La comedia es peligrosa: la fuerza de las palabras y el arte del juego

★★★★ Autor: Gonzalo Demaría. Dirección: Ciro Zorzoli. Intérpretes: Horacio Acosta, Facundo Aquinos, Paola Barrientos, Julián Cabrera, Julián Cardozo, Roberto Castro, Gaby Ferrero, Andrés Granier, Milva Leonardi, Javier Lorenzo, Martín Lups, Sergio Mayorquin, Mariano Mazzei, Iván Moschner, Pablo Palavecino y Julián Rodríguez Rona. Iluminación: Eli Sirlin. Música: Marcelo Katz. Escenografía: Diego Siliano. Vestuario: Julio Suárez. Teatro: Nacional Cervantes, Libertad 815. Funciones: de miércoles a domingos. Duración: 100 minutos.

Una vez más, la dupla creativa de Gonzalo Demaría y Ciro Zorzoli idearon un espectáculo lúdico y divertido, que vuelve a apostar al teatro en verso como una exigencia estética. Tal como lo hicieron juntos en Tarascones, y luego de la experiencia del autor en El siglo de oro trans, la musicalidad de las palabras tienen un lugar predominante en la escena con La comedia es peligrosa, la obra con la cual el Teatro Nacional Cervantes celebra sus 100 años de existencia.

El encantamiento del verso también llega para hablar de nuestra identidad nacional. Es que la obra se ubica en épocas del Virreinato del Río de la Plata, en 1783, e incluye referentes históricos reales como al virrey Juan José Vértiz y a Nicolás del Campo, más conocido como el Virrey de Loreto. Otro momento de la historia que toma la pieza es el nacimiento del primer teatro estable en Buenos Aires: La Ranchería. De estos hechos documentales, el resto es pura ficción libre y expansiva sobre un virrey que cree recibir mensajes de un ángel, un grupo de actores desesperados por mejorar su calidad de vida y una serie de situaciones que juegan entre la farsa y el vodevil, con las tensiones entre españoles y criollos.

Con un elenco de artistas notables, Zorzoli ocupa un escenario emblemático como la sala María Guerrero para llenarla de símbolos que aluden a la construcción teatral, música que se fusiona con los diálogos y el arte del juego en un primer plano para exhibir la narrativa de la historia y la fuerza de la ficción.