Lo que se nos canta y baila: un show con mucha energía intergeneracional

★★★ Dirección general: Juan Pablo Ragonese y Tomás Luna. Intérpretes: Giselle Cánepa, Camila Cobo, Delfina Ipoutcha, Juan López Boyadjian, Tomás Luna, Martín Mena Mauger, Juanjo Moreno, Juan Pablo Ragonese, Daniela Rubiatti, Celeste Sánchez, Barbie Tallón y Guga Valdez. Dirección musical e Iluminación: Juan Pablo Ragonese. Coreografías: Tomás Luna. Vestuario: Salas Vestuario. Músicos: Silvia Gers, Facundo Cicciu, Roberto Moreno y Juani Poore. Coreutas: Camila Almada, Felipe Bou Abdo, Vicky Goldstein y Federico Rojas. Teatro: Apolo, Corrientes 1372. Funciones: sábados, a las 23.30. Duración: 100 minutos.

La propuesta es sencilla pero no por eso menos lograda ni gratificante. Surgió en medio de la pandemia, como un encuentro festivo entre cuatro jóvenes cantantes y amigos, producido para compartir vía streaming con su coetáneos, bajo el nombre de Lo que se nos canta; y consistió en un recorrido a piacere por temas populares de aquí y de allá. Luego, en septiembre del año pasado, arribó a una sala del circuito off con el aditamento de bailarines y el título extendido a Lo que se nos canta y baila! Ahora, sobre el escenario del Teatro Apolo, el espectáculo (que en realidad se podría definir como un recital con coreografías) suma banda y coro y está destinado a una platea intergeneracional, ya que incluye tanto hits de la factoría Disney y leit motivs de films de distintas épocas como tributos a El Club del Clan, Queen, Luis Miguel, Michael Jackson, ABBA y Raffaella Carrá.

Si bien los cambios implementados no alcanzan para ocultar su origen amateur (sobre todo por la falta de un férreo libreto, que deja a los protagonistas librados a su suerte), Lo que se nos canta y baila gana en calidad con respecto al original y se acerca a un nivel profesional, ayudado por un buen diseño de luces y un vistoso vestuario. Lo mejor son los cuatro cantantes (Juan López Boyadjian, Juan Pablo Ragonese, Daniela Rubiatti y Goga Valdez), y el cuerpo de baile se muestra vigoroso y, en general, preciso en cada uno de sus cuadros. Un punto a destacar es que en el elenco no prima un patrón corporal hegemónico. Hay artistas de distintas alturas y pesos, lo que los une es el talento en vías de desarrollo.