Top Five: las cinco películas más escalofriantes del cine actual

El terror es un género del que se hace uso y abuso dejando pocos exponentes innovadores o que al menos intenten superar el mero homenaje ochentoso. Con motivo del estreno de Jessabelle, la película de Kevin Greutert protagonizada por la talentosa Sarah Snook (recomendamos verla en Predestination), repasamos algunos films que demostraron que es posible tomar las reglas del género y revertirlas con grandes resultados:

*1. TE SIGUE (2014, DAVID ROBERT MITCHELL)

• En su ópera prima, The Myth of the American Sleepover, David Robert Mitchell ya había abordado el tópico de la pérdida de la inocencia a través del género coming of age. Te sigue continúa con esa temática, pero a través del terror. Tras tener un encuentro sexual nocturno, Jay (Maika Monroe, quien también se destacó en la brillante The Guest) descubre que ahora tiene una maldición: ver gente muerta. La única manera de erradicarla es acostándose con otra persona, de manera que la cadena continúe y ella pueda liberarse. Suele analizarse a Te sigue como una parábola de las enfermedades de transmisión sexual - e incluso una sobre cómo las mujeres podemos estar a cargo de nuestra propia sexualidad - pero lo cierto es que a Mitchell le interesan los momentos de calma en los que súbitamente una presencia altera el orden. Así, su segunda película está más cerca de los climas de Sexto sentido (versión indie) que de una slasher hecha y derecha. Mención aparte para el uso de la música y de algunas extraordinarias tomas panorámicas que muestran a los suburbios como un lugar plácido siempre a punto de estallar.

*2. SINIESTRO (2012, SCOTT DERRICKSON)

• Siniestro es una película bicéfala. Por un lado, se zambulle de lleno en los lugares comunes, poniendo al descubierto el enorme cliché temático de "escritor que quiere inspirarse y muda a su familia a una casa sospechosa". Por el otro, toma ese mismo cliché para expandir la narrativa. Ese escritor/periodista es bien consciente del lugar en el que se está metiendo y cada paso que lleva a cabo es deliberadamente puesto en función de su próxima novela, a la cual quiere convertir en un bestseller. Scott Derrickson, ya un habitué del género (dirigió El exorcismo de Emily Rose, una película efectiva con una enorme actuación de Jennifer Carpenter), se encariña con los beneficios cinematográficos del "found footage" (es decir, material encontrado) y construye momentos verdaderamente escalofriantes. El espectador, a la par del personaje interpretado por Ethan Hawke , observa cómo se reproducen esas cintas sin saber a ciencia cierta con qué se encontrará cada vez. Y si bien hay un cierto abuso del recurso, el nivel de detalle (apuntalado por el empleo del fuera de campo) con el que se muestran las imágenes más desgarradoras es no menos que destacable. La vuelta de tuerca final puede resultar gratuita, pero no perjudica lo que hasta entonces venía siendo una sólida película con ciertas secuencias que le hacen honor a su título.

*3. LA CABAÑA DEL TERROR (2012, DREW GODDARD)

• ¡ATENCIÓN: NO SEGUIR LEYENDO SI NO VIERON EL FILM! La cabaña del terror es una obra imbatible. Dirigida por Drew Goddard (actual creador de la serie de Netflix Daredevil y ex guionista de Buffy) y co-escrita por el gran Joss Whedon (director de la saga de Los vengadores y creador de la mencionada serie protagonizada por Sarah Michelle Gellar), se trata de una película impredecible en todo el sentido del término. En primera medida, se nos presenta como un film slasher que cumple a rajatabla con su lógica (grupo de amigos se va de fiesta a una cabaña donde empiezan a suceder cosas extrañas), y que nos hace dudar de su supuesta originalidad. En segunda medida, la película de Goddard se quiebra por la mitad y ciertos personajes que no parecían tener demasiada entidad cobran protagonismo y se vinculan más con planteos de The Truman Show que con los de Halloween. Pero el ingenio del film no acaba allí. Cuando ya estamos inmersos en esa relectura del género y pensamos que no puede romperse más el molde, la dupla Goddard-Whedon se regocija en la inclusión de una pelea letal entre todas las figuras y/o exponentes del cine de terror, todos ellos juntos en una memorable secuencia sangrienta. Y como si esto no fuera suficiente, incluyen una escena final apocalíptica en la que se animan a matar a todos sus personajes, una decisión tan valiente como fascinante.

*4. YOU'RE NEXT (2011, ADAM WINGARD)

• Adam Wingard es una de las mejores cosas que le pasó al cine de terror independiente en los últimos años o al cine independiente a secas. Así como en la ya mencionada The Guest hace un delirante homenaje al terror de los ochenta y a Teorema de Pier Paolo Pasolini (solo en sus películas pueden convivir ambos mundos), en You're Next se permite aludir a El discreto encanto de la burguesía de Luis Buñuel y a cierto aire oscuro del cine de Sidney Lumet. Asimismo, la película de Wingard se circunscribe en el subgénero mumblegore, aquel que combina el mumblecore y su improvisación con el gore y su brutalidad. La premisa de su film es sencilla: una familia se reúne para pasar un fin de semana juntos y en el preciso momento en el que las distintas personalidades empiezan a colisionar, uno de ellos muere, iniciándose así la seguidilla de asesinatos cuyos responsables desconocemos hasta el brillante desenlace. Con Joe Swanberg - otro realizador exponente del mumblecore - en un papel secundario y una interesante actuación de Sharni Vinson como la mujer que lidera el plan de supervivencia, You're Next es escalofriante e inventiva al mismo tiempo y la perfecta predecesora de la imprescindible The Guest. ¡Larga vida a Adam Wingard!

*5. THE BABADOOK (2014, JENNIFER KENT)

• La veta terrorífica de The Babadook le sirve a su directora - la australiana Jennifer Kent - como puntapié para poner el foco en otro lugar: la conflictiva relación entre Amelia (Essie Davis) y su hijo Samuel (Noah Wiseman), tras la muerte de su marido en un accidente automovilístico. El "babadook" del título, ese monstruo al que Amelia deja entrar tras la lectura de un ominoso libro, se apodera de ella y exacerba todos sus miedos. Así, esta mujer que trabaja incesantemente para mantener a su hijo empieza a agotarse a niveles extremos, y Samuel termina convirtiéndose en víctima de su incipiente irritabilidad. Por lo tanto, cuando llega el momento del enfrentamiento con el monstruo en cuestión, The Babadook es menos efectiva que en aquellos instantes cotidianos en los que madre e hijo se miden en una lucha psicológica apabullante. Con ciertas influencias del expresionismo alemán y un cúmulo de alucinaciones aterradoras - como cada vez que Amelia sueña con asesinar a su propio hijo - The Babadook se erige como una obra conmovedora sobre cómo un niño le quiere demostrar amor a su madre. En este aspecto, la actuación del pequeño Noah Wiseman es de lo mejor que dio el género en los últimos años.

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