¿Quién sigue? Tras la renuncia de la presidenta de Harvard, las críticas apuntan a otra universidad de Estados Unidos

A poco más de un año de haberse convertido en presidenta del Instituto Tecnológico de Massachusetts, mejor conocido como MIT, por sus siglas en inglés, Sally Kornbluth enfrenta duras críticas que podrían convertirla en la próxima académica de alto nivel que deja el cargo al frente de una de las universidades de más prestigio en Estados Unidos, después de la renuncia de Claudine Gay, de la Universidad de Harvard, quien tomó la decisión de retirarse tras una audiencia en el Congreso que resultó un caos y en medio de acusaciones de plagio de un trabajo académico.

La salida de Gay llegó poco después de que Liz Magill, de la Universidad de Pensilvania, también dejara su cargo el mes pasado y ahora, Kornbluth es la única presidenta que testificó en la polémica audiencia del 6 de diciembre y que aún mantiene su puesto. Sin embargo, la tormenta que la rodea ha sido implacable debido a las voces que piden que debería seguir el mismo camino que Gay y Magill van en repunte, especialmente en las plataformas sociales.

Bill Ackman, un destacado multimillonario, es uno de los personajes que se han manifestado públicamente y que han aplaudido la decisión de Gay de renunciar a su trabajo. Tras esta salida en la presidencia de Harvard, el influyente empresario utilizó su cuenta de la red social X (ex Twitter) para lanzar un mordaz mensaje dirigido a Kornbluth: “Et tu Sally?”, en referencia a que ella debería ser la siguiente en renunciar. En la misma plataforma, también ha dado réplica a todos los mensajes que se suman a su postura.

Las renuncias de Liz Magill y Claudine Gay

Los primeros motivos de controversia que derivaron en la renuncia de las dirigentes universitarias se detonaron tras sus testimonios sobre el antisemitismo en los respectivos campus y sus posturas institucionales al respecto del conflicto entre Israel y el grupo Hamás, que se recrudeció en octubre pasado.

Al respecto, Liz Magill ofreció disculpas a través de un video. “En ese momento, me concentré en las políticas de larga data de nuestra universidad alineadas con la Constitución de Estados Unidos, que dicen que la expresión por sí sola no es punible”. Tres días después, dejó su cargo, luego de permanecer en él apenas un año.

Por otro lado, Claudine Gay también se mostró arrepentida una entrevista con el Harvard Crimson, indicó CNN Business: “Cuando las palabras amplifican la angustia y el dolor, no sé cómo se puede sentir algo más que arrepentimiento”.

Otras figuras se unen contra Sally Kornbluth

La representante republicana de Nueva York, Elise Stefanik, expresó su opinión sobre la renuncia de Gay, y señaló que “solo el comienzo” de lo que considera el “mayor escándalo de cualquier colegio o universidad en la historia”. En su cuenta de X, escribió: “Dos abajo. Una para llevar. El silencio del MIT es ensordecedor. Ni siquiera una disculpa emitida por tu escuela hasta la fecha. Y cero compromiso por parte de su escuela para combatir el antisemitismo y proteger a los estudiantes judíos. La rendición de cuentas está llegando”.

Otros personajes públicos, como Dave Portnoy y el comentarista Ilya Shapiro, sumaron sus voces contra Sally Kornbluth. El primero escribió en sus redes sociales: “Nos vemos, Claudine Gay. 2 abajo. MIT en el reloj”. El otro criticó la decisión del Instituto de no condenar a los estudiantes que propagan el antisemitismo. Según Shapiro, esta actitud es simplemente una falta de compromiso por parte de la universidad para abordar el problema del antisemitismo en su campus.

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