Reseña: Alma máquina, de George Makari
En oposición a las indagaciones sobre la mente humana que detrás de excusas científicas suelen mezclarse con la autoayuda o la pastoral política, el psiquiatra estadounidense George Makari (Nueva Jersey, 1956) construye en el ensayo Alma máquina. La invención de la mente moderna un iluminador viaje hecho de ideas. Pero el sesgo intelectual de esta propuesta no se limita a ningún público de grandes entendidos. Por el contrario, Makari expone con una entretenida narración de eventos culturales, disputas filosóficas y descubrimientos médicos ocurridos desde los tiempos de la Antigüedad todo lo necesario para que cualquier curioso pueda asomarse a una historia “en la que la razón y la locura, como la sombra y la luz, se definen mutuamente”.
Si bien lo que denominamos mente se definió durante la Ilustración, el tránsito conceptual a partir de lo que antes se llamó alma se remonta a los pensadores presocráticos, quienes hacia el siglo VI antes de Cristo (otro personaje cuyo papel en la sección religiosa de esta historia será trascendental) le atribuyeron a la “psyche” atributos como la capacidad infinita para el entendimiento. De hecho, sería esta infinitud lo que santo Tomás de Aquino uniría al cristianismo en el siglo XIII con la proposición de un “alma racional”, que convertía a los hombres en partícipes preferenciales del poder divino que les daba vida y razón. “Hechos de carne, desgarrados por el deseo, solo los humanos poseían algo de ese poder celestial que les permitía pensar y no ser esclavos de sus pasiones”, escribe Makari.
El primer gran salto en la invención de la mente moderna, sin embargo, ocurrió en el siglo XVII, cuando René Descartes, “fascinado al alquilar en Ámsterdam una casa cercana a los carniceros locales”, se distanció de la escolástica con una pregunta: ¿acaso la anatomía animal no mostraba indicios de una lógica maquinal? ¿Y no podía decirse lo mismo del cuerpo humano a partir de los revolucionarios estudios del médico inglés William Harvey sobre el aparato circulatorio de la sangre? ¿Había una fisiología mecánica en lugar de humores animando al espíritu?
Las consecuencias de este debate se ramificaron por Europa entre filósofos, médicos, teólogos, ideólogos, charlatanes e incluso cazadores de brujas, y las facciones no siempre resolvieron sus diferencias de forma amable. En todo caso, el camino que va desde el alma hasta la mente ha sido ríspido, señala Makari, y aunque hoy desfilan frente a esta misma cuestión disciplinas tan autosuficientes como el psicoanálisis o las neurociencias, en el corazón de ese laberinto invisible todavía deambulamos “como creadores y habitantes de nuestros mundos interiores, híbridos modernos de alma y máquina”.
Alma máquina
Por George Makari
Sexto Piso. Trad.: Eduardo Rabasa
708 páginas, $ 8600