Los que creen y crean

Sí, estas acá, creelo, creelo Marou. Es París, es tu primer Paris Fashion Week y asistís a la pasarela que lleva más de 90 temporadas marcando la agenda de la moda, configurando un lenguaje que hoy todos reconocemos pero que por 1973 pocos hablaban. La cita es en el garage Lüberck y llego dos horas antes. Mi ansiedad y yo nos potenciamos cuando los nuevos proyectos se asoman por la puerta.

Este es el mejor lugar donde puedo estar. Ver, tocar y preguntar son los verdaderos lujos de tener acceso al backstage. Ver a Pat Cleveland, la primera modelo africoamericana que sacudió la escena fashion en los 70. Tocar las perfectas terminaciones que componen las faldas con volados de Johanna Ortiz. Preguntar a Romero Jennings, make up artist de Mac Cosmetics, cómo se diseña el maquillaje para una pasarela y que te responda que “es un aliado creativo en la presentación. Yo trabajo con las líneas de inspiración del diseñador”.

El orden altera el producto, de manera que es necesario respetar el plan determinado para llegar a tiempo con el show. Se comienza con make up, se sigue con pelo y, una hora antes, se ensaya la coreografía, aunque sea caminar en línea. Estos eventos no tienen margen para el error, el mundo entero tiene los ojos puestos sobre ellos. Quince minutos antes de la hora del desfile, mientras los invitados, la prensa y los compradores comienzan a llegar y se acomodan, las modelos se cambian, los maquilladores hacen su obligado re-touche y el diseñador da su mirada final. Todo está listo para comenzar.

Viviré esta experiencia cuatro veces más y cada una de ellas será completamente distinta porque además de cambiar los diseñadores, cambiarán las locaciones, las modelos, los maquillajes y las prendas. Esa es la sangre que bombea la semana de la moda.

París con agenda de Fashion Week me aceleró el corazón, sacudió el cuerpo y me puso en perspectiva que la moda y el diseño, están hechos de las ilusiones de quienes creen y crean.