La batalla de Milei por el control del Estado
En su Genealogía del racismo, Michel Foucault postula analizar la historia desde la perspectiva de los conflictos bélicos. Una interpretación desafiante de los hechos que denomina contra historia y donde tiene un papel relevante el aforismo de Carl Von Clausewtiz que propone invertir. Si para el teórico de la ciencia militar la guerra es la continuidad de la política por otros medios, en la contra historia de Foucault la política se asume como la prolongación de la guerra con el Estado por campo de batalla.
Este es el combate que parece tener lugar en el gobierno al que Javier Milei incorporó delegados de quienes fueron sus adversarios electorales, interesados en sacar provecho de una fuerza sin capacidad propia de cubrir puestos de conducción estratégica. Probablemente con la expectativa de ser parte de los cambios revolucionarios prometidos para corregir lo que el presidente denominó como “el despilfarro” del último siglo que atribuyó a la casta. Es decir, a sus flamantes aliados, dispuestos a participar de esta gesta con la intención de recomponer su imagen ante la sociedad y volver a competir por la presidencia en 2027. Dicho de otro modo: la pelea por la sucesión podría tener al gobierno de Milei como campo de batalla. Esta pulsión promueve la fragmentación de la oposición en bloques parlamentarios que pujan para que el oficialismo los adopte como llaves maestras para que el Congreso sancione sin dilaciones las leyes que precisa.
Milei se vio obligado a moderar con Martín Menem la disputa entre Florencio Randazzo y Cristian Ritondo por la presidencia en la Cámara de Diputados: el primer adelanto prematuro de esta puja prevista para dentro de cuatro años. Randazzo fue propuesto por Guillermo Francos y Ritondo por Mauricio Macri. El ministro del Interior exploró con el peronismo un acuerdo alternativo al de gobernabilidad con el expresidente.
Contra su voluntad inicial y por consejo del bloque libertario, Milei se inclinó por la lealtad que Menem le garantiza . Una cualidad distintiva frente a los otros. Pero que resultaría insuficiente para desempeñar esa función con eficacia. Las fuerzas del cielo no acudieron para evitar que la alianza entre el Pro y el kirchnerismo se apodere de las mayorías de las comisiones legislativas. Milei pareció admitir ese error al convocar con “con los brazos abiertos” a “dirigentes políticos, sindicales y empresarios que quieran sumarse” sin importar “de donde vengan o lo que hayan hecho: lo único que importa es hacia donde quieren ir.” Si no fue una reivindicación de Raúl Alfonsín que recitaba el preámbulo de la Constitución, se le pareció demasiado. Probablemente haya recapacitado sobre el radicalismo al que tanto vapuleó.
Aliado a la Coalición Cívica y a Cambio Federal de Miguel Pichetto, constituye la segunda fuerza en la Cámara baja. Martín Lousteau podría ser designado hoy como nuevo titular del Comité Nacional con el respaldo de Gerardo Morales. Pero la insinuación de esa amnistía generosa que podría conceder Milei a los descarriados dispuestos a redimirse, escondería además la intención de preservar el estrecho vínculo construido con Mauricio Macri. Al expresidente le dura todavía el disgusto con Patricia Bullrich por haber aceptado el Ministerio de Seguridad sin aguardar el desenlace de la designación de Ritondo. Tampoco le resulta una buena noticia la designación de Lousteau, aliado a Enrique “Coti” Nosiglia, pieza esencial de la lista con la que Juan Román Riquelme irá este domingo por su reelección en Boca. Todos estos temas fueron analizados en la reunión que convocó anteayer en sus oficinas de Vicente López.
Macri exigió estar atentos y evitar distracciones. Una victoria de Riquelme podría complicar el lanzamiento de Soledad Martínez como candidata a presidir el Pro con él de vice. A excepción de Bullrich, toda la primera plana del Pro asistió a la jura de Martínez como intendente en Vicente López. Bullrich es la titular del partido y convocará a elecciones en febrero. La ministra de Seguridad le encargó a Diego Valenzuela que recoja voluntades en el conurbano entre exseguidores de Horacio Rodríguez Larreta.
La alianza entre Bullrich y Valenzuela es paradójica. El intendente de Tres de Febrero obtuvo 20 puntos más que la candidata a presidente en las elecciones del 22 de octubre. Martínez fue una de las pocas excepciones al corte de boleta que practicaron los intendentes del Pro. Probablemente el pragmatismo de Milei sea el espejo donde Bullrich se mira. Martínez, Ritondo, Jorge Macri y Néstor Grindetti conforman el núcleo con el que el expresidente promueve recuperar el Pro.
“No quiere que le crezcan más enanos”, graficó alguien de su círculo íntimo que ya no confía en que sea cierto que no recomiende a excolaboradores incorporarse al nuevo gobierno. A varios les haría llegar el consejo contrario a través de Fulvio Pompeo, Francisco “Pancho” Cabrera, Germán Garavano y Guillermo “Guillo” Dietrich. El exsecretario de Transportes acercó al nuevo interventor de la AFI, Silvestre Sívori. La agencia de espionaje estaba incluida en el acuerdo de gobernabilidad con Milei.
La suspensión del proyecto de suprimir las PASO habría ingresado a esa agenda a última hora, en coincidencia con cierto eclipsamiento de Francos. El Ministerio del Interior tuvo que traspasar al de Economía la relación fiscal con los gobernadores. Un fortalecimiento de Luis Caputo que Macri podría aceptar como una victoria propia. Las PASO es la única herramienta de la que dispone Juntos para procesar sus crecientes diferencias.
Cristina logró hasta ahora sortear fisuras en Unión por la Patria como la que prometía Sergio Massa si Malena Galmarini no ocupaba un lugar destacado en el gobierno de Axel Kicillof. La extitular de AySA sustituirá al intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, en el grupo Bapro. Leo Nardini regresará a la intendencia en Malvinas Argentinas y será sucedido en el ministerio de Infraestructura por Gabriel Katopodis.
La Matanza finalmente tendrá con Silvina Batakis un ministerio: el de Hábitat. Una compensación por la presidencia de la Cámara de Diputados que retuvo Martín Insaurralde con Alejandro “Langa” Dichiara. Igual que Lotería, donde el súbito libertario Gonzalo Atanasof sucederá a Omar Galdurralde.
La solidaridad de Cristina y Máximo Kirchner con el exintendente de Lomas de Zamora promete convertir en una sombra al proyecto del intendente de Ensenada, Mario Secco, para que Kicillof conduzca al peronismo. Pero no librará a Insaurralde de la investigación por enriquecimiento ilícito en la Justicia Federal. El fiscal Sergio Mola debió recurrir al Ministerio Público Fiscal ante las serias deficiencias del informe que le envió el fiscal general de Lomas de Zamora, Carlos Bachini, sobre las causas que en la última década involucraron a Insaurralde.
Bachini fue confirmado por el Consejo de la Magistratura como un raro prodigio. A nadie en ese organismo le habría llamado la atención que haya sido seleccionado para integrar cuatro ternas distintas destinadas a cubrir vacantes en las Cámaras de Apelaciones de La Matanza, Merlo y Lanús y Avellaneda. Además de figurar como postulante en la que se elegirá al fiscal general de Merlo. Algo que como todo el resto podría deberle a su patrono, el senador provincial Gustavo “El lagarto” Soos, estrecho colaborador de Menéndez.
Esa relación, sin embargo, no le impidió establecer otra de confianza mutua con Sebastián Silvestre, asesor legal de la Lotería y uno de los abogados personales de Insaurralde. Silvestre habría sido determinante para que Bachini desplace a Javier Martínez de la UFI N°8, donde investigaba a Marina Lesci por el subsidio de 12 millones de pesos que le entregó al club Defensores de Banfield que presidió hasta ser sucedida por Mario Lesci: su padre. Hasta el 10 de diciembre, Lesci fue intendente interina en Lomas de Zamora. La UFI N°8 investiga delitos institucionales.
Martínez tenía entre sus responsabilidades las causas penales iniciadas a los magistrados con juicios políticos pendientes. Entre ellos el del juez de Garantías N° 5 de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, por fraguar pruebas para beneficiar el traslado de una causa donde se investigaba a Fernando Burlando en una estafa piramidal. En el informe remitido a Mola por Bachini figuran dos causas cuyo contenido se mantiene bajo el más estricto secreto.
La que inició Silvestre el 16 de agosto (07-00-05693-23), presenta a Insaurralde como presunta víctima de la comisión del delito de acción pública. La fecha coincide con el período en que Jessica Cirio hacía trascender por las redes aparentes desencuentros en su sociedad conyugal con el exjefe del Gabinete bonaerense. La otra es del 22 de septiembre (66233-23) y fue iniciada de oficio por el sucesor de Martínez en la UFI N°8, Jorge Griecco, con la misma fórmula que Silvestre presentó la anterior. Es decir, con Insaurralde como víctima.
El detalle es que la de Griecco ocurrió cuatro días después que Carlos Pagni aluda a la versión según la cual Insaurralde habría pagado 20 millones de dólares a Cirio como parte de un acuerdo de divorcio. El exintendente no parece distraído en esas cuestiones. Tendría ascendiente sobre uno de los dos bloques en que se dividió La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados bonaerense. Igual que Massa en una de las dos bancadas libertarias en el Senado.
La provincia de Buenos Aires es clave en la estabilidad de cualquier gobierno. Pero sobre todo en uno que tiene pendiente resolver una contradicción sensible entre la amplia popularidad del presidente y su escasa representación política. Es lo que vuelve una batalla de resultado incierto a la que Milei libra por el control del Estado.