La UCR puede y debe ser protagonista del cambio

El cambio es inexorable y es lo que las urnas expresaron. La Argentina necesita cambiar, sí o sí, y somos muchos quienes en la Unión Cívica Radical (UCR) creemos que el partido debe ser parte esencial del proceso.

Pero el país necesita cambios que surjan de acuerdos y consensos, necesita un cambio sustentable, pues sin contemplar esas premisas sólo veremos la explosión inicial de una transformación que podría quedar sólo en la superficie; el encandilamiento de apenas un chispazo que en definitiva no encenderá la llama de la transformación profunda hacia el progreso.

Como gobernador de la provincia de Corrientes y miembro comprometido de la UCR, no puedo ignorar las realidades que enfrenta nuestra sociedad, ni mucho menos ignorar la necesidad del cambio de rumbo. Nos encontramos en un momento crucial en la historia, donde el hambre, la inseguridad laboral, la violencia y la inflación son los compañeros cotidianos de muchos argentinos. Sin embargo, en medio de estas dificultades, también vislumbramos la oportunidad de transformar nuestra realidad y construir un futuro más próspero y justo para todos.

Para promover el cambio, necesitamos un radicalismo con profunda convicción democrática, pero con un partido moderno y convencido de las transformaciones que demanda la era, y que se deben realizar, sí o sí.

Fuimos electos en nuestras provincias para llevar adelante gestiones que transformen la realidad. El orden de las cuentas públicas es una prioridad en nuestras provincias y por eso creemos, es el camino correcto para sanear la economía. Más aún: es la única manera de cambiar 70 años de una decadencia provocada por el déficit fiscal y malas praxis institucionales.

Somos radicales que apoyamos las reformas del Estado, sí, pero con la certeza de que el Estado debe estar presente, acompañando a los que más lo necesitan y garantizando los principios republicanos de nuestra Constitución.

Estamos convencidos de la necesidad de reformas en la legislación para terminar con la inflación y empezar a producir empleo digno a través de inversiones. Pero también queremos cambios con certezas y dialogo, pues no alcanza sólo con gritos y disrupción para transformar realmente al país.

Es imprescindible impulsar políticas económicas que fomenten la inversión y el crecimiento sostenible. Debemos promover un ambiente propicio para los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas, que son generadoras fundamentales de empleo y riqueza en nuestras comunidades. Esto implica reducir la carga impositiva sobre el sector productivo, simplificar los trámites burocráticos y garantizar la estabilidad macroeconómica.

Además, es crucial fortalecer nuestro sistema educativo y promover la capacitación y el acceso a la formación profesional para todos los argentinos. La educación es la llave que nos permitirá abrir las puertas del desarrollo para competir en un mundo cada vez más exigente y globalizado.

Por otro lado, debemos redoblar nuestros esfuerzos en la lucha contra la inseguridad, el delito y la violencia. Esto implica no solo fortalecer nuestras fuerzas de seguridad y mejorar la coordinación entre las distintas jurisdicciones, sino también abordar las causas estructurales que alimentan estos fenómenos, como la exclusión social y la falta de oportunidades.

En última instancia, para lograr estos objetivos necesitamos de un compromiso firme y decidido por parte de todos. Debemos dejar de lado las diferencias partidarias y trabajar unidos por el bienestar común.

La UCR puede y debe ser parte de este cambio de paradigma.

El cambio es posible y la Argentina lo necesita.