"Se me cae mucho el pelo"
Si bien es normal perder una cierta cantidad, ningún exceso es sano: qué hacer y cómo evitarlo.
Te pasás la mano por la cabeza y te quedás con un minimechón, tenés que limpiar el cepillo cada vez que te desenredás y el piso de tu casa parece el de una peluquería. Es cierto, el pelo se cae y eso es normal, ya que forma parte de un ciclo (los folículos de pelos nacen y mueren en algún momento para dar lugar a otros) y se calcula que perdemos entre el 1 y el 3% del pelo que tenemos, lo que equivale a entre 50 y 100 cabellos al día. Para que te des una idea, el otoño y la primavera son los momentos más propicios para que esto pase. Peeero la realidad es que cuando la caída es abrupta, sumado al hecho de que tu pelo está más fino, opaco y no crece, algo más puede estar pasando. Es entonces el momento para que, en lugar de preocuparte, te ocupes.
POR QUÉ TE ESTÁ PASANDO
La caída del pelo es un fenómeno multifactorial. En general, suelen ocurrir muchas cosas a la vez, por ejemplo, que la mala alimentación se combine con un estrés galopante que te debilita y finalmente a eso se le sume que te operaron y tomaste muchos remedios. O por ahí tuviste un bebé con todos los cambios hormonales que eso implica, o te ocurrió alguna tragedia como perder un ser querido. De hecho, estos casos son paradigmas de la caída de pelo, a veces difíciles de identificar como causas, ya que la fuerte pérdida de cabello suele empezar entre 3 y 4 meses después de “ese” momento crítico.
Lo cierto es que a las mujeres no se nos cae el pelo como a los hombres, es decir, por razones genéticas, salvo unas pocas excepciones. A nosotras, por lo general, se nos cae por cuestiones hormonales (alteraciones de la tiroides como hipo o hipertiroidismo) o por reacciones que se generan en el funcionamiento de las hormonas como consecuencia de otras causas; por ejemplo, es posible que pase en situaciones como el embarazo, la menopausia, el posparto o los tratamientos con reemplazo hormonal y anticonceptivos.
Pero si no “encajás” en ninguna de estas categorías o momentos, podrías estar perdiendo pelo por otras causas, como pueden ser desajustes en tu alimentación (deficiencia de nutrientes como el hierro, el zinc o la vitamina B), dietas por demás restrictivas o, a nivel más integral, por alguna situación de angustia y estrés que te está haciendo “despojarte” de algo y “sacarte algunas capas” para volver a armarte.
ESCUCHATE
Lo primero que hay que hacer es consultar al médico para descartar causas clínicas. En líneas generales, contándole qué te está pasando y con unos análisis de sangre, es posible sacarte de la cabeza cuestiones como la anemia, la deficiencia de nutrientes o las alteraciones tiroideas.
Y después de eso, sí, llega el momento de ocuparte de ver qué te está pasando y por qué. Si pensamos que de alguna forma siempre el cuerpo se encarga de decir lo que callamos, entonces es momento de que lo escuchemos. Ese es el primer paso para poner en palabras qué pasa: qué estás sacándote de encima, qué proceso de cambio estás atravesando. Probablemente establezcas alguna conexión con tu vida a nivel más macro.
De hecho, si lográs encontrar alguna respuesta de este tipo, vas a sentirte más aliviada y ese alivio inmediatamente se va a trasladar al cuerpo, porque hay una conexión entre la psiquis y la biología corporal (denominada psicofisiobiología), que marca que cuando mejorás tu estado anímico, el cuerpo lo percibe y los síntomas físicos disminuyen paulatinamente hasta desaparecer.
ACCIONÁ
Seguramente tengas un médico clínico o capaz pensaste en preguntarle a tu ginecólogo. Por supuesto que ambas son opciones viables, pero cuando de alopecia (que es el nombre técnico que recibe la caída del pelo) se trata, mejor ir a las bases: programá una cita con un médico dermatólogo o bien con un endocrinólogo.
De ser un tema que requiera un tratamiento más específico, un profesional seguramente te recomiende poner en marcha alguna de estas opciones:
MESOTERAPIA CAPILAR: combinada con minoxidil, vitaminas y ácido hialurónico, ayuda a estimular y fortalecer el folículo piloso, lo que disminuye la caída.
PLASMA RICO EN PLAQUETAS: su aplicación favorece la aparición de nuevos folículos y, por ende, el crecimiento del pelo.
IMPLANTES: es para casos en que la caída es mayor. Hay una nueva tecnología disponible: se llama Artas y es un robot que tiene lo último de lo último para seleccionar los folículos que pueden extraerse para ser reimplantados. •
¡De las mechas!
Por el Dr. Sebastián Díaz Varela, especialista en ayurveda de Maharishi.
El sistema esquelético es uno de los ocho que componen nuestra fisiología, de acuerdo al ayurveda. Y hay tres tejidos que dependen directamente de la salud del hueso, que son los dientes, los cabellos y las uñas.
Así, el bienestar del sistema esquelético y del cabello depende de: la ingesta suficiente de nutrientes, la actividad física, la exposición a la luz solar prudente y la ausencia de crisis vitales. Es que así como el esqueleto sostiene y moldea el cuerpo, el yo psicológico da forma a la personalidad. Por eso, para el ayurveda, hay una relación estrecha entre la estructura ósea y la psíquica. Cuando en una crisis hay un debilitamiento del yo consciente, lo mismo ocurre con el esqueleto y sus tejidos dependientes, como el cabello. Para tratarlo, el ayurveda recomienda la indicación médica de hierbas que fortalezcan el sistema nervioso y la práctica diaria de la meditación, para aumentar la capacidad consciente de la mente y ayudar a resolver la crisis vital. Algunas cosas que podés hacer:
- Todas las noches, aplicá aceite de sésamo o almendras en manos y pies y tomá una cucharada por la mañana, en ayunas.
- Incorporá a las comidas dos cucharadas de semillas de sésamo trituradas y seis almendras por día; y realizá media hora de ejercicio suave diario.
- Ingerí aminoácidos de fácil digestión (una taza de té), que hay en porotos mung, brotes de soja, lenteja roja y garbanzos (hummus o fainá).
- Consumí verduras y frutas orgánicas y exponete 20 minutos al sol, con protección y en un buen horario (antes de las 10 o después de las 17).
Prevenilo
- Dejá pasar tiempo entre tratamientos (sea alisado o tintura).
- Tomá mucha agua.
- Evitá la cafeína y el cigarrillo.
- No te laves el pelo todos los días. Si lo hacés, que sea solo con agua o con un champú suave.
- No te seques el pelo o hacelo con el secador en frío y a 30 cm.
- Masajeate el cuero cabelludo con la yema de los dedos.
Expertas consultadas: Irene Bermejo y Laura Mijelshon. Expertas en dermatología. M. Carolina Schneider. Experta en cirugía plástica. M. del Carmen Negueruela. Jefa de Endocrinología HUA.M. Verónica Torres Cerino. Jefa de Toxicología y Medio Ambiente del HUA. Inés Maidana. Licenciada en Psicología.
¿Y a vos, se te cae mucho el pelo o pasaste por alguna situación particular que desencadenó su caída? ¿Cómo resolviste el problema? Podés leer también ¿Se te cae el pelo?