ARA San Juan: reclamos de familiares a la Justicia y promesas del ministro Jorge Taiana en Mar del Plata

MAR DEL PLATA.- La oración pausada y sentida del obispo castrense, Santiago Olivera, golpea y arranca lágrimas entre padres abrazados, viudas con sus hijos. Familias desgarradas por la tragedia del submarino ARA San Juan que, cinco años después, se vive con tanto o más dolor, no solo por la ausencia de los 44 marinos fallecidos, sino además por la demora en la justicia reclamada.

“Hace cinco años que en esta fecha venimos a pasear, porque la Justicia, la condena a los culpables, no aparece y ni siquiera nos explicaron qué fue lo que pasó”, advierte Daniel Polo, padre del oficial Daniel Alejandro Polo, cuya imagen luce en tamaño poster sobre el alambrado perimetral de la Base Naval Mar del Plata, embanderado y con nuevos retratos de cada uno de los tripulantes que dejaron su vida en alta mar.

Esos y otros cuestionamientos los escuchó el ministro de Defensa, la Nación, Jorge Taiana, quien recibió en privado a unos 250 familiares presentes antes de asistir a la misa y presidir el acto oficial, que a media tarde se realizó en la unidad militar.

Acompañado por el jefe de la Armada, el almirante Julio Guardia, Taiana llegó con un puñado de promesas que no alcanzaron a conformar a los deudos: becas de estudios para hijos de las víctimas del ARA San Juan y el compromiso de constituir una unidad especial de apoyo a la investigación del naufragio. “Tienen un reclamo de verdad y justicia y todavía no está lo avanzado que se quisiera”, reconoció el ministro.

“Nos dejaron clavados en aquel 15 de noviembre de 2017, porque nadie parece hacerse responsable de lo que pasó y lo único que espero es que la Justicia llegue alguna vez”, afirmó Zulma Sandoval, madre del sonarista Celso Vallejos.

Taiana anticipó que la unidad especial de apoyo a la investigación tendrá origen en un decreto que, anticipó, firmará el presidente Alberto Fernández cuando regrese del exterior. Y, entre sus funciones, dijo que deberá requerir y proveer documentación y evidencia que contribuyan al esclarecimiento del caso.

El encuentro del ministro con los familiares se dio por la tarde, tras un primer acto que se realizó a media mañana, en el memorial dispuesto en una plazoleta frente al acceso a la Base Naval Mar del Plata, donde estuvieron el intendente Guillermo Montenegro; el obispo local, Gabriel Mestre, representaciones de excombatientes de Malvinas y de camaradas retirados. Allí se descubrió una placa con un código QR que permite acceder desde un teléfono celular a la historia de los 44 tripulantes del ARA San Juan.

Se destacó el particular gesto de alumnos del último año de la Escuela Secundaria N°75 local que lleva el nombre de “ARA San Juan”. Prepararon y entregaron una bandera en honor a la tripulación del submarino, donación que se lucirá en el museo que la fuerza tiene en esta unidad naval.

Desde distintos puntos del país llegaron familiares de los tripulantes, muchos de ellos desde muy lejos y con pasajes facilitados desde el Estado nacional. “Más que gastar plata en traernos para palmearnos la espalda sería mejor que dediquen ese dinero a pagar un buen perito para que se sepa de una vez qué paso con el submarino y se juzgue a los culpables”, dijo a La Nación el padre de uno de los oficiales, muy molesto por una causa judicial en la que no advierte avances a pesar del largo tiempo transcurrido..

Varios de los presentes estuvieron aquí mismo, del otro lado de la avenida y dentro del salón central de la unidad militar, pidiendo por novedades frente a la pérdida de contacto con el buque, registrada a las 7.30 de aquel 15 de noviembre. Allí, también, recibieron horas después la confirmación de una explosión que coincidiría en tiempo con la ubicación del submarino, lo que anticipaba un desenlace fatal para esa navegación y su tripulación.

Muchos familiares muestran disconformidad con la marcha de la investigación judicial. En términos de responsabilidades, la única sanción disciplinaria recayó sobre el entonces jefe de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide, destituido por el Consejo de Guerra, que también le aplicó un “arresto riguroso” de 45 días al exjefe de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur.

Luis Tagliapietra, padre del oficial Alejandro Tagliapietra, que era parte de la tripulación, dijo a LA NACION que la investigación judicial “está paralizada” y para reactivarla reclamó la creación de una fiscalía específica que “se ocupe de este exclusivamente de este caso”.

Otro grupo de familiares, también presentes como querellantes en el expediente que se tramita en el juzgado federal de Caleta Olivia, insiste en exigir la revisión de una prueba central para conocer qué ocurrió con el ARA San Juan. Si bien la Justicia les permitió ver una vez las imágenes que obran en la causa, producto de registros subacuáticos realizados en torno a los restos del submarino, insisten en que el material “está editado” y que faltarían otras evidencias,

El ARA San Juan perdió contacto de radio aquella mañana del 15 de noviembre de 2017. Desde entonces se desplegó un operativo de rastrillaje en superficie con embarcaciones militares y comerciales en un amplio radio, incluso algunas llegadas desde el exterior, sin que se obtuvieran resultados.

La última etapa se afrontó con un grupo especializado contratado por el gobierno, Ocean Infinity, que trabajó con un robot submarino. El hallazgo de los restos se comunicó el 17 de noviembre de 2018, dos días después del acto oficial que en esta misma Base Naval Mar del Plata encabezó el entonces presidente Mauricio Macri en conmemoración del primer aniversario desaparición del buque.

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