Tensión con EE.UU: el enviado de Trump se fue antes de lo previsto y no asistió a la jura

La señal era contundente y positiva. Donald Trump, había enviado a la asunción de Alberto Fernández al director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, un funcionario de peso en la Casa Blanca, que maneja la estrategia hacia América latina y el emisor para encauzar la relación con el presidente norteamericano.

Pero Claver-Carone se fue de la Argentina antes de lo previsto, y no asistió a la jura del Presidente. Se exhibió molesto porque entre las delegaciones extranjeras invitadas a la jura estuvo el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez. El venezolano figura en un listado de funcionarios del régimen sancionados por organismos internacionales.

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Claver-Carone -que fue director de los Estados Unidos en el FMI y que hoy tiene un foco especial en el régimen de Nicolás Maduro, en Cuba y en Nicaragua- tenía previsto quedarse hasta mañana para reunirse con Alberto Fernández y con el flamante canciller, Felipe Solá. Pero optó por retirarse de la Argentina este martes, en el avión de Alex Azar, el Secretario de Salud y Servicios Humanos de Trump.

Azar fue, en lo formal, quien encabezó la delegación de los Estados Unidos para asistir a la asunción presidencial de Fernández. Estuvo presente en la jura en el Congreso y pasó a saludar al Presidente al "pasamanos" protocolar en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

Según señalaron fuentes oficiales a LA NACION, está previsto que mañana Fernández y Solá, se reúnan con Michael Kozak subsecretario adjunto interino del Departamento de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, el representante diplomático de la delegación de los Estados Unidos, y con otros miembros de la delegación.

Sin embargo, en lo político, el viaje de Claver-Carone a la Argentina era la señal más contundente de Trump. "Es preocupante y no es una buena señal", dijo un asesor del Congreso de Estados Unidos, quien también criticó el desplante de Claver-Carone por considerar que fue una mala manera de acercarse a una nueva presidencia en su primer día.

El saludo a las delegaciones extranjeras

Un centenar de jefes de Estado, funcionarios, embajadores y representantes extranjeros saludaron esta tarde a Alberto Fernández y a su Canciller, Felipe Solá, en la Casa Rosada. La recepción a las delegaciones internacionales y a los invitados especiales, con el tradicional "besamanos", comenzó a las 15 en el Salón Blanco y se extendió durante una hora. Casi en simultáneo, el flamante presidente recibió, vía Twitter, el saludo de la directora del FMI, Kristalina Georgieva, con un mensaje de apoyo al discurso que dio el mandatario tras la jura en el Congreso.

Entre los saludos, se destacó el de Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva de la República Bolivariana de Venezuela, quien felicitó a la fórmula presidencial y, en un mensaje dirigido a Macri, disparó: "El que se mete con Venezuela... Bye Bye".

Fernández recibió al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez; el de Paraguay, Mario Abdo Benítez; al de Cuba, Miguel Díaz Canel; y a la de Serbia, Ana Brnabic.

Tras la tirantez que exhibieron Fernández y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante las semanas de la transición, finalmente a la Argentina viajó el vicepresidente Hamilton Mourão para saludar al flamante jefe de Estado argentino.

Originalmente, en la lista de invitados oficial no figuraba ningún enviado de Bolsonaro, pero ayer a última hora Mourão se sumó a la nómina de delegados oficiales. Ante el nuevo de escenario, Felipe Solá habría intentado gestionar con el vicepresidente brasileño un encuentro privado con Fernández, pero Mourão se inclinó por ver al presidente argentino directamente en la jura.

En su primer discurso, Fernández, habló sobre la política exterior de la Argentina y destacó que apostará a una "agenda ambiciosa, innovadora y creativa" en la relación con Brasil.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, en tanto, no pudo viajar para la asunción. El propio Fernández justificó su ausencia durante su discurso en el Congreso cuando explicó que su par debió quedarse en su país para monitorear los operativos por la desaparición del avión con 38 personas a bordo que intentaba cruzaba el Cabo de Hornos.

Durante el besamanos, Fernández se detuvo a hablar especialmente con el expresidente de Ecuador Rafael Correa. Le dijo varias palabras al oído cuando pasó a tomarse la foto oficial en el Salón Blanco. También saludó y conversó afectuosamente con el expresidente uruguayo Pepe Mujica y con su esposa, Lucía Topolansky, con quienes comparte una amistad.

A la ministra de Juventud y Deportes de Francia, Roxana Maracineau, Fernández le destinó un tiempo especial durante el besamanos, tras la conversación telefónica que había mantenido con Emmanuel Macron, y la visita pendiente que tiene a ese país.

Entre otros invitados especiales, Fernández recibió en la Argentina al ex canciller de Lula da Silva, Celso Amorim; al vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, Arken Imirbaki; al delegado del Vaticano, el monseñor Marcelo Sánchez Sorondo; y a representantes de organismos internacionales como la OEA (Gustavo Cinosi), la OIT (Guy Ryder) y la ONU (Roberto Valent).