Cruce de acusaciones entre el jefe de la AFI y la oposición por la “mesa militar”

El Gobierno y la oposición cruzaron acusaciones sobre el uso del espionaje para fines ilegales o criminales a partir de la denuncia sobre la supuesta conformación de una “mesa militar” dentro de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

El contrapunto comenzó el 12 de diciembre, cuando los diputados opositores Cristian Ritondo y Miguel Angel Bazze, y los senadores Ignacio Torres, Daniel Kroneberger y Alfredo Cornejo presentaron un pedido de informes al presidente Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia, Leopoldo Moreau.

Ese pedido de informes llegó a la AFI nueve días después, 21 de diciembre, y se concentró en un foco: la posible existencia de “situaciones de inteligencia ilegal” dentro del organismo protagonizadas por un grupo de militares liderados por el teniente general retirado César Milani, exjefe del Ejército, y otros, como el coronel mayor retirado Marcelo Granitto.

Según ese pedido de informes, los legisladores tendrían indicios de que Milani, Granitto y otros se abocarían a “la obtención y análisis de información respecto de militares en actividad y/o retirados”, entre otros objetivos. Por eso, le reclamaron al titular de la AFI que detalle “qué operaciones se han ejecutado, las que se encuentran en ejecución y las que se planifican en adelante”.

Desde la oposición también le consultaron si esa supuesta “mesa militar” contaba con un presupuesto asignado o si servía de “enlace” con las empresas de telefonía “con la finalidad de obtener datos relacionados con clientes de dichas empresas”. En otras palabras, acceder a los registros de llamadas y mensajes de WhatsApp, entre otras opciones.

La respuesta de la AFI

Rossi negó todas las acusaciones en la respuesta que envió a la Comisión el primer día hábil posterior a Navidad. Replicó que no existe área alguna o “mesa militar” en la AFI que se aboque a buscar y analizar información sobre militares y que no trabajan allí Milani ni Granitto. Ni como contratados ni en planta permanente ni como personal de gabinete.

El titular de la AFI también rechazó que exista un área dentro del organismo que se relacione con las empresas de telefonía u obtenga información de teléfonos celulares a través de lo que se denomina “SIM-swap”, práctica delictiva de creciente recurrencia y que llevó a la filtración de información, por ejemplo, del ministro de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro.

Para Ritondo y los restantes legisladores, las respuestas de la AFI fueron parciales e insuficientes. “En estos temas, siempre hay que mirar qué respondieron y qué omitieron, más aún si Milani o Granitto se desempeñan como ‘inorgánicos”, indicó Ritondo a LA NACION. Por eso -adelantó- enviarán una nueva consulta para que la AFI conteste si ambos militares ingresaron a las dependencias del organismo o del Ministerio de Seguridad o de alguna fuerza de seguridad.

Para Rossi, la oposición solo busca poner a la defensiva al Gobierno en un área en la que, según el jefe de la AFI, Juntos por el Cambio debería dar explicaciones. “Armaron la teoría de una ‘mesa militar’ dentro de la AFI y ni siquiera son originales, porque son ellos los que tuvieron una ‘mesa judicial’ abocada a espiar rivales”, dijo Rossi a LA NACION.

El funcionario, que fue ministro de Defensa durante las presidencias Cristina Fernández de Kirchner y de Alberto Fernández, afirmó: “Lo único parcialmente real que hay en todo esto es que Milani fue jefe del Ejército mientras yo fui ministro durante dos años y medio. Pero no nos llevábamos bien y la última vez que lo vi fue el día en que pasó a retiro”.

Los legisladores de la oposición también pidieron precisiones sobre dos civiles que se desempeñaron en el área de inteligencia de las Fuerzas Armadas, Ramiro Gómez Riera y Adrián Román, que ahora se desempeñarían dentro de la AFI. Rossi confirmó que el primero cumple funciones de asesor en el organismo, mientras que el segundo ocupa el cargo de secretario de Planificación de Inteligencia Nacional.

“Román es historiador, es de Rosario, y milita conmigo hace veinte años. No es ningún secreto, si hasta integró mi equipo para el área de Seguridad cuando pugné por ser candidato a gobernador de Santa Fe. Entró conmigo, es un funcionario político y se irá conmigo el 10 de diciembre”, afirmó. “En cuanto a Gómez Riera, sí, antes trabajó en la dirección de Inteligencia Estratégica Militar, sí. ¿Y?”.

Desde la oposición, la sospecha se centra sobre los movimientos de Milani y otros hombres con experiencia en el mundillo de la inteligencia; en particular, a la luz de las filtraciones que salieron durante las últimas semanas. “¿Quién está atrás de eso? Van tirando por ‘grageas’ y viene para largo. Será una campaña [presidencial] sucia”, indicó un extitular del organismo de inteligencia que pidió mantener su nombre en reserva. “Recurrieron a presos en Misiones que se abocan al SIM-swapping para tomar el control de algunos teléfonos”, afirmó.

Para Rossi, en tanto, la oposición solo busca “embarrar la cancha”. “Para que quede claro, aluden al coronel Granitto, ¿no? Milani me pidió que lo ascendiera a general y yo lo denegué. Así que Milani, por sus atribuciones propias, sin necesidad de pasar por el Congreso, lo ascendió a coronel mayor. ¿Queda claro? Granitto no trabaja conmigo en la AFI, ni para mí, sino que fue convocado después de su retiro desde el Ejército”.

Desde el sector privado, en tanto, dos expertos consultados por LA NACION aportaron precisiones adicionales. La primera, sobre el panorama general. “La AFI hoy es como un museo de cera. Queda poco de utilidad. Si quieren indagar, indaguen en las áreas de inteligencia criminal de las fuerzas de seguridad como la Policía Federal o la Gendarmería. ¿Quién es el ‘Jaime’ [por Antonio Stiusso] de la Federal hoy?”, indicó un informante. La segunda precisión sobre fue los servicios disponibles en el mercado. “Hoy no es necesario trabajar para el Estado, ni tener los ‘fierros’ del Estado para conseguir información. Al contrario, es más rápido desde el sector privado. Alcanza con tener unos dólares porque hay varios en el mercado que ofrecen acceder al contenido del teléfono celular que quieras”.