Cruce de acusaciones y escándalo entre Luis Barrionuevo y Dante Camaño por la elección en el gremio de los gastronómicos
El jefe de UTHGRA impulsa una lista opositora para desplazar a su cuñado de la seccional Capital, pero fuerza la suspensión de los comicios al denunciar irregularidades
LA NACIONLa pulseada electoral entre Luis Barrionuevo y su cuñado Dante Camaño que debía desarrollarse hoy por el control de la sede porteña de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) terminó en un escándalo, con un proceso nublado de sospechas y acusaciones cruzadas que tiene destino de ir a la Justicia. Barrionuevo, que es el jefe nacional del sindicato, impulsó hoy una lista opositora con el dirigente Humberto Ballhorst para arrebatarle la seccional a Camaño, que está en el cargo desde 1984 y que fue su aliado durante 40 años.
Ballhorst, el delfín de Barrionuevo, desistió de participar de las elecciones del gremio al denunciar irregularidades. “Se suspendió porque no nos dejan participar y no dejaron entrar a nuestros fiscales. Sacaron del gremio urnas con votos adentro”, dijo a LA NACION el dirigente opositor, que encabezaba la Lista Azul.
La disputa sindical de fondo esconde un interés adicional: la sede porteña de los gastronómicos es una de las pocas del país que tiene superávit y que atesoraría en una cuenta bancaria unos 30 millones de dólares.
Camaño, en tanto, rechazó las acusaciones y dijo que el proceso electoral se desarrolló con normalidad, aunque mencionó demoras en el inicio por “el bloqueo de barrabravas” a la sede gremial. “No se suspendió, lo que pasa es que Barrionuevo no tiene fiscales. Vino solo con barrabravas”, señaló a LA NACION el jefe gastronómico de la seccional porteña. Y agregó, en un intento de darle validez y transparencia a la elección: “Hay escribanos y dos veedores de la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires. El veedor del Ministerio de Trabajo de la Nación vendrá más tarde”.
Desde el Ministerio de Trabajo de la Nación, que es el organismo que podría validar o deslegitimizar la elección, no está previsto enviar a ningún supervisor, según informaron a LA NACION. “La junta electoral no avaló el proceso electoral y suspendió las elecciones. El ministerio no puede enviar veedores a unas elección suspendida”, argumentaron en el organismo que encabeza Claudio Moroni. Es decir, el Gobierno se inclinaría por la versión denunciada por el delfín de Barrionuevo. La pulseada podría abrir una disputa entre los veedores de la Subsecretaría de Trabajo porteña, a cargo de Ezequiel Jarvis, y la cartera laboral nacional.
Camaño fue uno de los fundadores del sindicalismo macrista junto con Gerónimo Venegas, de la Uatre. En 2016 le cedió a Mauricio Macri la sede de su gremio para celebrar el Día del Trabajador, que por entonces estuvo cruzado por el reclamo gremial de una ley antidespidos, que finalmente fue vetada, y en la antesala de un paro general. Hoy respalda a Peronismo Federal, el sector de Miguel Ángel Pichetto, que es aliado de Juntos por el Cambio.
Están habilitados para votar hoy en la seccional porteña unos 40.000 afiliados. Antes de la pandemia, el gremio contaba con 60.000 trabajadores registrados, según fuentes sindicales.
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