Cuántos votos se necesitan hoy en el Senado para rechazar el DNU de Javier Milei

La larga polémica sobre la cantidad de voluntades necesarias para rechazar o aprobar una iniciativa en el Congreso vuelve hoy a proyectarse sobre el decreto de necesidad y urgencia 70/23 dictado por el presidente Javier Milei, que cuenta con vigencia desde el 29 de diciembre. En principio, para asestarle el primer golpe parlamentario a la iniciativa del Ejecutivo, la oposición deberá reunir la mayoría absoluta de los presentes, lo que equivale a una mayoría simple. Traducido, solo debe lograr la mitad más uno de los legisladores presentes en el recinto al momento de votar.

Esto se desprende tanto de la Constitución Nacional, como de la ley de Trámite Legiaslativo, que reglamentó el tratamiento legislativos de los decretos de necesidad y urgencia. “Vencido el plazo [diez días hábiles], las Cámaras se abocarán al expreso e inmediato tratamiento del decreto de que se trate de conformidad con lo establecido en los artículos 99, inciso 3 y 82 de la Constitución Nacional”, indica la ley 26.122, que regula los alcances de la intervención del Congreso respecto a los decretos del Ejecutivo.

No obstante, la falta de dictamen por parte de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo abre una rendija de optimismo para el oficialismo, que podría exigir una mayoría de dos tercios para habilitar el debate sobre tablas del decreto. Es un último recurso de difícil concreción, ya que la Constitución y la ley regulatoria son claras en cuanto a habilitar a ambas cámaras legislativa a abocarse al tratamiento de un DNU de manera inmediata aún sin dictamen.

La oposición alcanzó el quorum para la sesión y el “poroteo” en la Cámara alta es desfavorable para el Gobierno: a los 33 votos que aporta Unión por la Patria se sumarían, como mínimo, el de Carlos Espínola, su compañero de bancada Edgardo Kueider, Lucila Crexell y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, todos por fuera de los bloques mayoritarios.

La postura opositora reuniría así 38 votos, uno más que la mitad más uno del cuerpo, lo que lo exime de cualquier interpretación reglamentaria sobre el nivel de apoyo requerido.