Eduardo Duhalde y Cristina Kirchner coincidieron en el mismo piso del Sanatorio Otamendi

Como si se tratara de una ironía del destino, Eduardo Duhalde y Cristina Kirchner compartieron este mediodía el cuarto piso del Sanatorio Otamendi. La vicepresidenta fue sometida hoy allí a una histerectomía por la vía laparoscópica, y se recupera de manera favorable, según el parte médico que divulgó la institución. Duhalde, en tanto, acompañaba a su esposa, Hilda “Chiche” González, que se encuentra internada hace casi una semana, luego de una operación programada de columna.

El enjambre de periodistas que se agolpó en la puerta del sanatorio para la cobertura de la operación de Cristina reaccionó cuando divisó a Duhalde salir del sanatorio. Fue en ese momento que el dirigente peronista accedió a hablar con la prensa y contó por qué estaba allí. “Chiche está internada. La operaron de la columna, pero no salió muy bien así que hace una semana que estamos acá. Vinimos creyendo que era por un día, pero se complicó y llevamos ya seis días. Y da la novedad que Cristina también tiene un problema”, dijo el expresidente, cuyo mandato comenzó el 2 de enero de 2002 y finalizó el 25 de mayo de 2003, con la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada.

Al ser consultado sobre si había visto a Cristina Kirchner, Duhalde aseguró que no tuvo la posibilidad pero le deseó “que se recupere lo antes posible”. Además dijo que no le sorprendió que Cristina esté en ese centro médico: “Sabía que la familia, cuando tiene un problema, viene a esta clínica que es muy buena”.

El exgobernador bonaerense también se refirió al contexto político y electoral. “No es momento de echar leña al fuego”, dijo. Y remarcó que no apoya a ningún candidato. “La oposición y el Gobierno se siguen peleando y eso no le sirve a nadie. Ningún resultado le viene bien al país porque se van a seguir peleando”, planteó el exmandatario, que tiene 80 años, en un intento de ubicarse lejos de la grieta.

Hilda “Chiche” Duhalde fue contrincante de Cristina Kirchner en las elecciones legislativas de 2005, cuando ambas compitieron por una banca en el Senado. Sus figuras condensaban la disputa interna que por entonces signaban al Partido Justicialista, con el duhaldismo resistiendo la avanzada de un kirchnerismo cada vez más decidido a apropiarse de ese aparato. Por eso, la pulseada en territorio bonaerense fue decisiva: la ganadora fue la actual vicepresidenta, lo que significó el inicio de una nueva era en el peronismo.