El candidato mantuvo una tenue esperanza hasta el final inevitable

SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- Todavía no era mediodía y Daniel Reposo, el frustrado candidato del Gobierno para ser procurador general de la Nación, mantenía una tibia esperanza de que el Senado le prestara el acuerdo para reemplazar a Esteban Righi como jefe de los fiscales del país.

Estaba en esta provincia para participar de las II Jornadas Internacionales de Abogacía Estatal y el Control Gubernamental, un ámbito que había sido previsto para recibir el apoyo del gabinete nacional en su compleja empresa.

A esa hora se superponían datos aparentemente contrapuestos. Por un lado, las chances numéricas de lograr una aprobación en el Senado habían quedado anuladas tras la decisión de la senadora santafecina Roxana Latorre, habitual aliada del Gobierno, de anticipar que se abstendría. Por el otro, la Presidenta lo había apoyado en público ayer mismo, aunque sólo destacando su labor en la Sigen.

"Hay 72 senadores que tienen que tomar la decisión", le decía a LA NACION pocas horas antes del desenlace final.

Con poca autocrítica sobre las desprolijidades que fueron encontradas en su currículum, Reposo cuestionó al Grupo Clarín por lo que, entendía, era una campaña en su contra, una línea argumental que después sostendría en la carta que le envió al jefe del bloque de senadores radicales, Luis Naidenoff.

Mientras el kirchnerismo intentaba juntar los votos para ganar la batalla en el Senado, Reposo no soltaba un segundo su BlackBerry. Leía todo el tiempo. "No estoy pendiente de lo que pasa en Buenos Aires. Vivo el día a día de las cosas que tengo para hacer", decía, en un intento de quitarle dramatismo a su complicada designación. Se lo veía intranquilo y tenso.

Cuando este diario le preguntó si con la posición de Latorre -de la que dijo enterarse por medios periodísticos- se habían complicado sus posibilidades, respondió: "No. [Duda un poco] La decisión le corresponde al Congreso y éstos son los remedios constitucionales que hay. Es muy bueno que cada uno pueda expresar su opinión. El resultado se dará el martes y uno se tiene que atener a eso".

Después aprovechó para descargar sus dardos contra los medios, especialmente contra el Grupo Clarín, anticipando lo que sería el tono de su carta de declinación: "Esto tiene nombre y apellido. Sin duda, es el Grupo Clarín, a quien uno demandó por los desfalcos que han cometido en Papel Prensa. Tienen deudas millonarias que han transferido a Papel Prensa, han licuado su deuda y tienen denuncias penales".

Después continuó diciendo: "Les molesta que se trabaje desde la transparencia del control. Es un medio corporativo muy fuerte; tienen 64 diarios en todo el país y dieron una batalla sin igual porque están defendiendo sus intereses corporativos".

Reposo consideró que la oposición se deja marcar la agenda por los medios de comunicación, y que en su "búsqueda de prensa" se sumaron a la "campaña" orquestada desde la prensa.

Cuando se le hizo notar que la diputada Graciela Ocaña y el ex fiscal Manuel Garrido, quienes iniciaron la investigación sobre su currículum, no tienen nada que ver con los medios, el síndico buscó desacreditarlos: "En el caso de Ocaña, tendría que ver qué hizo ella en la gestión como ministra de Salud. Los informes de la Sigen y de la Auditoría General de la Nación (AGN) dicen que atravesó una epidemia, no la pudo enfrentar y se tuvo que ir. Para hablar hay que tener derechos". El mismo tono usó para cuestionar al auditor general de la Nación, Leandro Despouy, quien había denunciado que la Sigen no respondía los pedidos de información.

"Hemos sido pioneros en materia de información al sector público, a la comunidad y la publicación de los dictámenes. Se publica absolutamente todo. Basta con ver la página de Internet de la Sigen. Apenas se termina un informe, es publicado en Internet", argumentó.

Pero de nada sirvieron sus ataques a la oposición ni la defensa de su currículum. A esa hora su suerte ya estaba echada. La Presidenta ya había comprometido a Alejandra Magdalena Gils Carbó, la nueva postulante del Gobierno.