Encuesta exclusiva: los votantes les reclaman diálogo a Alberto Fernández y a Horacio Rodríguez Larreta

Los perfiles de Cristina Kirchner, de Axel Kicillof y de Mauricio Macri tienen un rasgo que los une. La vicepresidenta, el gobernador bonaerense y el expresidente son los tres dirigentes más confrontativos del país, según una encuesta de la consultora Opinaia, exclusiva para LA NACION. En el grupo opuesto, Roberto Lavagna, Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau componen el tridente de dirigentes que la opinión pública identifica como más dialoguista.

De acuerdo con la encuesta, en medio de la pandemia, hay un reclamo común de la gente al presidente Alberto Fernández y a Rodríguez Larreta: a ambos, la opinión pública les exige diálogo. Aunque fuera del podio, Fernández también aparece con un perfil más cercano al diálogo que a la confrontación en el relevamiento de Opinaia.

Cristina Kirchner es la figura política que más se vincula con el eje “conflicto-confrontación”. Un 68% de los encuestados la ubicó en ese lugar al responder una consulta que pedía posicionar a una serie de políticos según se percibieran como “más cercanos al diálogo y la negociación, o al conflicto y la confrontación”.

El segundo dirigente político más confrontativo es Kicillof, al que el 62% de los encuestados relacionó con la actitud de “conflicto-confrontación”. El tercer puesto es para Macri, a quien consideró en ese eje conflictivo el 56% de los consultados.

En contraste, el exministro de Economía Roberto Lavagna es el dirigente político más dialoguista, según relevó la consultora en un estudio que realizó entre el 14 y el 28 de mayo y que abarcó 1800 casos en todo el país. El 66% lo eligió como el más vinculado al eje “diálogo-negociación”.

Rodríguez Larreta figura en el segundo puesto entre los dialoguistas, con 61%; mientras que el senador Martín Lousteau aparece tercero, con el 58%.

El resto de los dirigentes evaluados tiene un perfil más cercano al diálogo que a la confrontación. El 57% consideró en ese concepto a la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el 53%, al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el 52%, a Alberto Fernández.

Los dirigentes que se vinculan a actitudes dialoguistas tienen también mayor imagen positiva que negativa. “Efectivamente, puede verse esa tendencia. En términos generales, los dirigentes de mayor popularidad son percibidos por la opinión pública como moderados. Durante el principio de la pandemia, en marzo y abril del año pasado, fue justamente la percepción de diálogo y moderación aquello posibilitó las cifras récord de aprobación de la gestión de Fernández, y de algún modo, también el posicionamiento nacional de Rodríguez Larreta. La pregunta ahora es hasta qué punto la moderación y el diálogo serán efectivos en términos electorales. ¿Dialogar se traduce necesariamente en votos?”, planteó Guido Moscoso, gerente de Opinión Pública de Opinaia.

Cuando ese listado relevado a nivel nacional se focaliza en la ciudad de Buenos Aires (escenario de disputas permanentes entre el gobierno nacional y el porteño por cuestiones como la presencialidad escolar), los protagonistas del podio de los dialoguistas son los mismos pero Larreta se queda con el primer puesto, con el 67%, y Lousteau supera a Lavagna.

En territorio porteño, Macri abandona el lugar entre los tres más confrontativos, donde se cuela Fernández, en el tercer puesto, con el 54% (Cristina Kirchner se mantiene al tope de la lista, con un porcentaje de 75%, y segundo queda Kicillof, con el 66%).

El conflicto Nación-Ciudad

En cuanto a la actitud que se les reclama a los dirigentes, el 60% consideró que el jefe de gobierno porteño debe “dialogar con el gobierno nacional y llegar a un acuerdo sobre las políticas y restricciones”. Solamente los votantes de Juntos por el Cambio prefieren que Larreta opte por “mantener su postura y tomar sus propias políticas y restricciones”, lo pidió el 50% de esos electores (el 40% opinó que tiene que dialogar, y el resto, que no sabe).

Según destacó Moscoso, la pelea por la presencialidad escolar, que se elevó hasta la Corte Suprema de Justicia, activó a los votantes más duros de Juntos por el Cambio. “Al poner en tela de juicio la autonomía de la Ciudad, lugar de origen y bastión electoral de Cambiemos, sobre todo en un tema sensible como la educación, el conflicto en torno a la presencialidad de las clases justamente activó al sector más duro de este espacio político”, subrayó. Y añadió: “De esta manera, es en cierta medida esperable que el electorado de Juntos por el Cambio le reclame mayor autonomía al jefe de gobierno porteño que, dicho sea de paso, hoy es visto como prácticamente el principal referente de la oposición”.

Al Presidente, el 71% le recomendó dialogar con el gobierno porteño para definir las medidas para contener los contagios de coronavirus. Ese pedido es mayoritario y no cambia al evaluar el escenario de acuerdo al voto. Tampoco varía cuando es medido exclusivamente entre ciudadanos porteños.

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