Javier Milei presiona por la ley ómnibus: “Los daños que pueda sufrir la población están del lado del Congreso”

A poco más de un mes de asumir como presidente y en la previa de su viaje a Davos para participar del Foro Económico Mundial, Javier Milei habló nuevamente sobre el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/2023 y del índice de precios al consumidor de diciembre que, según publicó el Indec, fue de 25,5%. Este domingo por la mañana, el mandatario libertario hizo declaraciones radiales y sostuvo: “Vamos a seguir padeciendo alta inflación durante unos meses”.

En diálogo con Radio Mitre, Milei hizo su primer balance al frente del Poder Ejecutivo y aseguró: “Nosotros estamos satisfechos con los logros alcanzados este mes. Recibimos un país al borde del estallido. Íbamos a terminar con una inflación del 45%”. Y agregó: “Vamos a seguir padeciendo alta inflación durante unos meses. Si seguimos con austeridad vamos a lograr abatir la inflación. Estos procesos no son instantáneos, pero los resultados se capturan en corto plazo: la gente al poco tiempo empieza a estar muy bien. Si corrés una maratón, empezá con el primer paso”.

“Si no cambiamos, estamos destinados a convertirnos en la villa miseria más grande del mundo. Pero corregir esto no es gratis”, indicó el mandatario, explicando que su plan implica “sincerar la economía y dejar en evidencia lo que esta en el fondo”. Además, adelantó: “Esto es un cuarto de la reforma que queremos hacer”. “El subsidio a la energía y al transporte se va a eliminar progresivamente en tres años, esta diseñado en el programa fiscal”, agregó, respecto de una de las medidas más polémicas del DNU.

Ante la posibilidad de que el Congreso no apruebe la controvertida ley ómnibus, ratificó que el déficit cero “no es negociable”. “Si nos encontramos en un contexto más adverso, el ajuste que habría que hacer sería mayor”, advirtió, y apuntó contra los legisladores: “Los daños que pueda sufrir la población están del lado del Congreso, de si hacen las cosas bien o se dedican a destruirle la vida a los argentinos”.

Por otro lado, defendió la naturaleza del paquete de leyes enviadas al Congreso, y destacó su carácter “revolucionario”. “En el DNU impulsamos un conjunto de reformas estructurales. Es la primera vez que un decreto devuelve libertades individuales y termina con negocios turbios de la política. Es por eso que hay quejas, y muchas ocultan en la denuncia la perdida de un privilegio”, acusó el primer mandatario, antes de asegurar que “en un mes hicimos mucho más que muchísimos años que los que lleva la democracia”.

En la misma línea, manifestó que la implementación de la “Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” haría que Argentina “suba 90 puestos” en el ranking de países con libertades económicas. “Al poco tiempo, estaríamos en condiciones de parecernos a Francia y Alemania”, explicó el Presidente.

Sobre cuáles serán las medidas a implementar en el futuro cercano, destacó el trabajo que se está realizando desde el flamante Ministerio de Capital Humano (que incluye las áreas de Salud, Educación, Trabajo y Desarrollo Social). “Es la primera vez que ponemos a la educación en el centro de la discusión. Estamos desarrollando mecanismos para generar competencias y que los resultados comiencen a dar mejor”, expresó. “Decidimos dar un enfoque integral desde el inicio, corregir los desequilibrios de forma razonable. ¿De qué sirve poner recursos en el medio si la etapa inicial funciona mal?”, cuestionó, explicando que arreglarán “varios pasos atrás” para garantizar primero la alimentación y la salud de las infancias.

“Este es un esfuerzo que vale la pena”, alentó a la población, y agregó: “En Argentina siempre perdía el privado y nunca el publico. Esta vez, el ajuste cae sobre la política y no sobre los ciudadanos de bien”.

“A mi me hubiera sido fácil no hacer el ajuste y convalidar monetariamente, pero hoy estaríamos con tasas de inflación de arriba del 50% y camino a una hiperinflación. Estamos pagando las consecuencias del plan platita; hay que tomar medidas para salir de la decadencia y eso tiene costos”, justificó, y apuntó contra la herencia que dejó la gestión anterior. “El gobierno anterior dejó una deuda del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) de US$50 mil millones; un acuerdo con el FMI caído por incumplimiento de la meta; déficit, inflación. Venimos a arreglar eso, estamos tratando de evitar esa catástrofe”, alegó

Para cerrar, le envió un mensaje a los argentinos: “El kirchnerismo nos dejó un paciente al borde de la muerte. Los vamos a curar; lo vamos a poner de pie y vamos a tener una vida plena. Demanda tiempo, pero vamos a salir y el paciente va a tener una vida plena, mejor que la que tuvo en los últimos 100 años”.

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