Patricia Bullrich grabó un video desde el hotel de Cristina Kirchner

EL CALAFATE.- “Este es el hotel del matrimonio Kirchner y sus hijos, acá hay una causa que está en la Justicia e implica la corrupción que todos hemos conocido”, grabó en un video la presidenta de Pro y exministra de Seguridad de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, sentada en el muro de pórfido del ingreso al hotel Alto Calafate, propiedad de la familia Kirchner y hoy intervenido judicialmente en la causa Hotesur. Fue lo primero que hizo a poco de llegar al “lugar en el mundo” de la vicepresidenta Cristina Kirchner a presentar el libro que narra sus vivencias frente a la cartera de Seguridad.

“Un mecanismo de la utilización de hoteles para hacer circular dinero del Estado, de obras públicas y otros lugares. Esperemos que lo termine de probar la Justicia, pero ustedes pueden mirar lo que es el hotel Alto Calafate”, dice Bullrich a modo de presentación y haciendo frente al fuerte viento que azotaba la tarde patagónica. La acompañaron en su derrotero Silvana Giudici, interventora del PRO en Santa Cruz y los diputados nacionales Álvaro de Lamadrid y Roxana Reyes, ambos de la UCR, y el presidente del PRO en Tierra del Fuego, Héctor Stefani.

A horas de haber estado en la convulsionada Formosa de Gildo Insfrán, Bullrich aterrizó en el corazón del kirchnerismo con la excusa de presentar su libro, Guerra sin cuartel. Un itinerario que bautizó como “la ruta de los feudos” y cuyo paso siguiente, según adelantó aquí, será Santiago del Estero.

“Así llamamos a las provincias argentinas cuyo sistema político y forma de gobierno esta lejos de lo que creemos son los gobiernos constitucionales. Son regímenes políticos que van en contra de la iniciativa privada, que generan miedo en la población, sociedades que viven bajo control y miedo y cuyos poderes judiciales y parlamentarios están totalmente sometidos al Poder Ejecutivo. Como sabemos en la provincia de Santa Cruz cuando no gobernó un Kirchner, duraron poco”, explicó Bullrich.

Sobre “la ruta de los feudos”, Bullrich dijo que hace tres décadas Santiago del Estero era la única provincia con “un régimen feudal” y consideró que pese a la intervención federal, hay situaciones que aún persisten. “Cambió la persona, pero no el régimen: Santiago del Estero es una provincia con similares características”, afirmó la exministra y apuntó a que en varias provincias argentinas “ha habido un acostumbramiento en manejar la prensa, de ser los dueños de los medios, de tratar de manejar la Justicia”. Calificó a la situación como “una mancha de aceite que avanza, una lógica de control total social y político que se ha extendido y creemos que la Constitución Nacional rige en todo el territorio”.

Horas antes de su llegada, en redes sociales circularon afiches donde se convocaba a la población a repudiar su presencia. Sin embargo, nada ocurrió en torno a la actividad de la presidenta de Pro. Sí trascendió que los organizadores tuvieron dificultades para encontrar lugares públicos donde realizar la conferencia de prensa y la presentación del libro, que finalmente se hizo en el parque de un bar local, sobre la avenida principal.

La presencia de la ministra fue custodiada discretamente por patrulleros de la policía provincial, convocados ante la posibilidad que se origine algún disturbio. El lugar de la presentación del libro cambió en las últimas horas, pero igual logró convocar a simpatizantes y dirigentes políticos locales que se acercaron a escucharla y a pedir la firma de su libro. Hasta hubo un policía local que le pidió, con discreción, un autógrafo.

Durante la conferencia de prensa, si bien reconoció una relación difícil con el gobierno de Alicia Kirchner cuando estuvo al frente de la cartera de Seguridad, Bullrich aseguró que nunca faltaron las visitas a las fuerzas nacionales y el apoyo institucional a la provincia. Así recordó la noche que Cristina Kirchner quedó encerrada en la gobernación junto a su cuñada, rodeada de manifestantes. ”Hablamos con Lisandro de la Torre (ministro de seguridad provincial) y mandamos a la Gendarmería, porque consideramos que institucionalmente corresponde que cuidemos a una expresidenta si está en peligro”.

En 2018, Bullrich habilitó desde su cartera un número telefónico donde se recibían denuncias vinculadas a la corrupción a cambio de una recompensa. Se pedían datos con información sobre los lugares donde supuestamente se había enterrado dinero negro y joyas en el marco de la investigación por los cuadernos de las coimas. “Yo estaba segura que no se iba a encontrar nada, porque luego de tanto hablar durante tres o cuatro años, es difícil que alguien deje algo”, reconoció hoy sobre los operativos que se realizaron a pocos kilómetros, en la estancia Cruz Aike de Lázaro Báez. Y agregó: “Yo creo que el dinero aquí no está enterrado: está a la vista. Lazaro Baez tenía 1400 propiedades”.

Si bien mantuvo su habitual tono confrontativo, Bullrich eligió la diplomacia a la hora de hablar de candidaturas: se puso en su rol de presidenta del Pro y afirmó que la suya, eventualmente, será la última candidatura en definirse.