Revés para el Gobierno: la Cámara Nacional Electoral confirmó el rechazo al plan que daba dinero a jóvenes antes de las elecciones

El Gobierno sufrió un duro revés en la Cámara Nacional Electoral, que rechazó su apelación contra una sentencia que le impidió repartir 5000 pesos a los jóvenes antes de las elecciones legislativas del año pasado como parte de un plan del Ministerio de Cultura para acceder a eventos culturales. En rigor, se trató de un capítulo más de la decisión del Gobierno de inyectar dinero en el bolsillo de los votantes antes de los comicios, que se profundizó tras la derrota de las PASO. “El plan platita”, como se popularizó.

La Cámara Nacional Electoral, con el voto unánime de sus tres integrantes, Santiago Corcuera, Alberto Dalla Vía y Daniel Bejas, rechazó la apelación que presentó el Ministerio de Cultura que encabeza Tristán Bauer a pesar de que ya había pasado la fecha de las elecciones que tuvieron lugar el 12 de septiembre del año pasado.

Los camaristas dictaron el fallo de todos modos porque entendieron que el asunto no es abstracto, dado que las elecciones se dan con periodicidad y con esta sentencia buscan evitar que se repitan episodios como estos.

El problema sobre el que debieron pronunciarse se generó cuando el ministerio a cargo de Bauer decidió entregar 5000 pesos a jóvenes de 18 a 24 años para que los gasten en actividades culturales desde noviembre del año pasado a abril de este año.

Un particular, Alejandro Carlos Gómez, con el patrocinio del abogado Cristian Cao, presentó un amparo contra el programa Más Cultura Joven, que preveía la entrega de la plata para que los jóvenes la gasten en eventos culturales.

La jueza federal María Servini hizo lugar a ese amparo y frenó la entrega de dinero porque entendió que hacerlo en la previa de una elección era una violación a la ley electoral.

Los amparistas habían argumentado que la entrega de fondos viola el artículo 64 del Código Nacional Electoral, que impide desde 25 días antes de las elecciones anuncios de planes de gobierno que busquen captar el voto. Dijeron los amparistas que el programa era un “un acto de proselitismo político inadmisible por las mismas normas del Código Electoral, ya que la libertad para emitir el voto debe ser el bien jurídico protegido”. Este plan del Ministerio de Cultura se activó 13 días antes de las elecciones.

La equidad electoral

Los camaristas ahora explicaron que uno de los aspectos fundamentales de la realización de “elecciones libres y democráticas” es que se verifiquen una serie de prácticas que permitan asegurar igualdad de oportunidades y equidad electoral. Y eso no se da cuando uno de los contendientes, en este caso el Estado, tiene ventajas.

“No son desconocidas las complejas interrelaciones entre la difusión de los actos de gobierno y el principio constitucional de igualdad de oportunidades en las contiendas electorales”, recordaron los magistrados y dijeron que “como mecanismo tendiente a conjurar la frecuente desigualdad entre las agrupaciones en lo que respecta al uso de medios económicos para la campaña electoral, se han desarrollado -en la mayoría de las legislaciones- normas y pautas de actuación que garanticen y permitan la igualdad de los competidores, la limpieza y transparencia del proceso electoral y la neutralidad de los poderes públicos”.

En ese sentido, agregaron que en épocas electorales aumenta “la utilización propagandística de la pauta estatal” y por ese fue necesario establecer mecanismos “que impidan que las campañas que deben servir al interés comunitario sean utilizadas como herramientas de captación del sufragio”.

Y destacaron que “no puede pasarse por alto que se trataría de la primera ocasión en que se determinaba un programa de estas características y dirigido a ese determinado grupo”, los jóvenes, justamente antes de que debieran votar, algunos por primera vez.

El año pasado se eligieron diputados y senadores nacionales, y en varios distritos se sumaron elecciones para legisladores provinciales y municipales. Los resultados configuraron un nuevo escenario político: Juntos por el Cambio se consolidó como ganador en buena parte del país y el Frente de Todos, en las elecciones generales, logró achicar la diferencia en la provincia de Buenos Aires.

De esta manera, el oficialismo retuvo la primera minoría en Diputados, con 118 bancas, pero se alejó del quorum propio, mientras que Juntos por el Cambio alcanzó 116 escaños. En el Senado, y por primera vez desde 1983, el justicialismo perdió el quorum propio y debe conseguirlo con sus aliados provinciales.

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