Casa FOA: el desafío de crear espacios que inviten a vivir más felices

Hacer de cada ambiente el espacio propio. Recuperar en el hogar el momento de relax, con diseños despejados y materiales al natural. El sobrecargo de información es algo del pasado. Hoy lo que prima es poder conectarse con la actividad que se está realizando, incluso el momento del trabajo debe incluir el placer sensorial. Así es la decoración que impera tras el paso de la pandemia ocasionada por el Covid-19, que puede verse en la nueva edición de Casa FOA, que puede visitarse hasta el 19 de diciembre.

Bajo el concepto de Espacios para vivir más felices, ya comenzó la 37° edición de Casa FOA, la exposición de diseño, decoración y paisajismo. Este número se desarrolla en Distrito Elcano, un proyecto ubicado en el barrio de Villa Ortúzar, y reboza de propuestas sobre cómo son las nuevas formas de habitar los espacios, teniendo en cuenta que el bienestar se convirtió en el gran protagonista de estos días.

La muestra está integrada por 28 espacios, en los que se destacan la calidad de los materiales y la inclusión de la sustentabilidad como parte del cotidiano de quienes los habitan. Generar sintonía con los ambientes, las personas y el planeta es uno de los objetivos de la arquitectura y la decoración actual.

“Esta edición sin dudas requiere de un gran esfuerzo colectivo. Es un desafío y una oportunidad volver a presentar una nueva Casa FOA en este contexto. Estamos convencidos sobre la importancia del diseño para proponer soluciones innovadoras que den respuesta a las nuevas formas de habitar nuestras casas y espacios de trabajo. Es necesario poner en relieve todas las posibilidades que nos ofrecen nuestro hogares para vivir más felices”, destacó Marcos Malbran, director de Casa FOA.

Por su parte, Catalina Ulloa, arquitecta general de esta edición, aseguró que “nuestras casas donde habitamos nos desafían. En los últimos tiempos por el contexto mundial nos apropiamos de los espacios, surgieron nuevas necesidades, y algunas llegaron, incluso, para quedarse. Aquí traemos ideas y conceptos que nos permitan adaptar nuestros hogares para no resignar confort”

Fusionados

Lo primero que se destaca en esta nueva edición es la distribución de los espacios. Todos miran hacia un parque central, exquisitamente intervenido por la dupla del arquitecto Julio Oropel y el diseñador Jose Luis Zacarías Otiñano, que ya son un clásico en Casa FOA.

Con maderas (curadas por Cetol, con su línea Belleza Natural), ladrillo, arena y los muebles de Pampa Living, los diseñadores idearon un espacio que invita a fundirse con la naturaleza, a tomarse una pausa para contemplar cómo juega la luz del sol con los materiales, cómo el arte forma parte de nuestros días y merece que nos tomemos esa pausa y nos dejemos interpelar.

Esta disposición central del espacio de paisajismo habilita la presencia de luz natural en todos los ambientes, al mismo tiempo que permite tener una vista constante al verde. Oxigenar la vida de todos los habitantes del barrio es parte del objetivo de esta propuesta. Además, los recorridos propuestos para conocer toda la muestra son exteriores, en parte para cumplir con los protocolos, pero también para responder a la demanda actual de aprovechar los ambientes al aire libre.

También Tomás Nadares, paisajista, se animó a crear un jardín en el que los elementos decorativos se integran con la naturaleza, generando rincones absolutamente estimulantes. De manera descontracturada, se amalgaman materiales en su estado puro: piedra, madera, chapa, hierro, textiles y más.

Espacios de relax

Sillones para disfrutar de momentos de lectura, texturas suaves y textiles que juegan entre el blanco y los colores tierra; todos elementos para descansar la mente y el cuerpo, incluso en los rincones laborales.

El espacio destacado en este aspecto es la sala de baño con spa, planteado por Kuperdesign. Se trata de un viaje para estimular los sentidos, que apela a lo selvático para despertar sensaciones y que hasta tiene un rincón para masajes. Por supuesto, que sea un ambiente para la relajación no lo exime de contar con tecnología y estar completamente domotizado. Incluso, las piedras que se usaron son las que ya estaban en el predio.

En este sentido también La Feliz propuso un espacio de uso flexible, ideado por Coty Larguía, inspirado en la estética de las películas de los años 60, con diseños retro futuristas, “respondiendo al mundo distópico que surge en la post pandemia”, dicen sus creadores. Allí, un playroom invita tanto a divertirse como a descansar rodeado de materiales orgánicos.

Materiales naturales

La madera es siempre protagonista en Casa FOA, pero este año se la ve mucho más que en los pisos (Patagonia Flooring), y con tintes que respetan sus vetas y colores naturales.

Uno de los espacios que la emplea de manera excepcional es el de Clara y Lucila Houssay, que usaron la madera para crear toda la estructura de un vestidor, con áreas diferenciadas. Todo esto dialoga con la cama con baldaquino creada por WoodMarket. A su vez, el mobiliario se conjuga sutilmente con un tono tenue de celeste que resalta la personalidad del material. Un detalle singular: el mural de las garzas, un toque que aporta aún más liviandad al ambiente.

Por su parte, Diana Reisfeld propone un espacio de encuentro muy claro y acogedor, donde los sillones se reúnen alrededor de una mesa baja con tapa de vidrio, que se destaca por su base de tronco con formas singulares. El home office forma parte de este diseño, pero sin abandonar una estética que fomenta la relajación y la concentración, con líneas netas y simples que se destacan por su belleza natural.

En el segmento de oficinas, la idea de Diana Gradel se destaca por el uso de la madera tanto en pisos como en los muros. Una aplicación que se amalgama de modo armónico con el mobiliario más moderno diseñado por GRUPO [a]2,y con espacios de interacción con el arte que aporta texturas y transparencias.

Guadalupe Diez e Inés Muzzio tomaron al porcellanato como el material principal de su espacio, en el que se combina con toques cálidos que generan un resultado completamente acogedor. Con líneas claras y simples, estas diseñadoras proponen un espacio que contiene todo lo que hoy se le demanda a una casa: lugar de trabajo, de encuentro y de esparcimiento, en este caso a través de una personal bolsa de boxeo.

Colores relajantes y texturizados

En esta edición de Casa FOA los colores tiene un rol preponderante, pero no por lo llamativos, sino por cumplir una tarea fundamental: dar calor de hogar en cada ambiente. Son el elemento que marca la llegada al espacio propio, que marca el camino para la relajación tan necesaria en estos días.

Esto se puede ver en la propuesta de María Beatriz González Zuelgaray. “El color tiene especial protagonismo en la creación de atmósferas, en este caso desde la utilización de una gama de grises neutros con base en los tonos visón muy pigmentados”, describió la diseñadora.

Además, Alba, la marca que puso la pintura para toda la muestra, trajo innovación al sector con su nueva línea Design, que sorprende con sus efectos especiales, imitando terminaciones como el cemento alisado, el mármol, velvet o nuage, que ofrecen una luz particular y estimulan los sentidos.

Combinar sabores

Por supuesto, después de haber atravesado un año en el que creció exponencialmente el uso de las apps sobre gastronomía, la cocina no podía no tener un papel destacado en esta edición. Conjugar diseño con funcionalidad fue la idea principal, pero siempre propiciando el encuentro con los invitados.

En cuanto a las cocinas, se destacan la que diseñaron Patricia Mezzadra y Carola Moris, ya que combinaron el diseño vintage de los electrodomésticos, con la calidez de la esterilla en las sillas del comedor, todo en diálogo a través de una ventana que conecta ambos rincones.

También en zona de fuegos y aguas, pero haciendo foco en la funcionalidad, sobresale la cocina propuesta por Clara Chediack, Lola Fernández y Santiago Seveso, que posee una bacha con tapa para ganar espacio de trabajo. “Con toques distintivos, dialoga con la elegancia del comedor, destacado por una mesa de materiales nobles que será el gran punto de encuentro familiar”, definieron los diseñadores.

La socialización es uno de los objetivos, y esto se pudo ver en el ambiente que recrearon Julia Saramaga, Sabrina Almaluez y Víctor Herrero, de concepto abierto, que se inspira en un espacio con amenities, en el que una cortina que sirve como divisor, con transparencias y movimientos, que se desliza por un riel (realizada por Riel Americano) permitiendo que el lugar se transforme dinámicamente.

Inclusión

Este año la habitación infantil anticipa desde su nombre el objetivo que tiene el diseño: dormitorio de un niño extraordinario. Un ambiente pensado para un niño de 12 años, con discapacidad. “Creamos en este cuarto un espacio integrado eligiendo un diseño con características especiales y espaciales, haciendo referencia a otro mundo que el visible. Utilizamos como inspiración la obra literaria El principito, de Antoine de Saint-Exupéry. El arte es fundamental, estimula a nuestro niño y, además, genera un entorno más agradable: el arte cura”, dijo Regina del Carril, la creadora.

Que cada ambiente puede vivirse al máximo, ese parece ser el leit motiv de esta edición de Casa FOA, que nos invita a reencontrarnos con nosotros mismos a través del diseño y la decoración.

Muralistas

Con la idea de estimular los sentidos e invitar a disfrutar del aire libre, este año Casa FOA tiene una gran galería de arte a cielo abierto, en la que se destaca el rol tienen los muralistas Jorge Pomar, que con un degradé de verdes invita a discutir cuáles son los límites, y El Marian, que presenta a Günta Stölzl, una de las mujeres de la Escuela de Bauhaus, esa gran usina de arquitectura arte y diseño del siglo 20.