Entramos a la fabulosa fiesta de cumpleaños de Susana: fotos exclusivas, toda la intimidad, los invitados, los regalos más originales y los shows
La diva celebró los 80 en su chacra de Punta del Este rodeada de su familia y sus amigos más queridos. Una noche única y divertida que duró hasta la madrugada
LA NACION
Fue una noche a su medida, rodeada de afectos, con muy buena onda y llena de sorpresas. Susana Giménez cumplió 80 años el lunes y, después de planear todo hasta el más mínimo detalle, se convirtió en la perfecta anfitriona de una divertidísima fiesta en La Mary, su paraíso esteño ubicado en Rincón del Indio. Como la diva que es, lució no uno, sino dos looks durante la velada: el primero, un vestido bordado y con flecos que le quedaba pintado; y el segundo, más cómodo, un conjunto de saco y pantalón de paillettes que acompañó con un top que le marcaba bien la cintura.
Cerca de las 21 empezaron a llegar los invitados. Incondicionales, dijeron presente todos los integrantes de su círculo íntimo familiar: su hija Mercedes Sarrabayrouse, sus nietos Manuel y Lucía Celasco, y sus hermanos Patricio, Federico y Carolina Giménez Aubert (acompañada por su marido, Diego Mejuto).
La selecta lista de invitados, sesenta en total, incluyó a Ricardo Darín y su mujer, Florencia Bas, Gustavo Yankelevich y Rossella della Giovampaola, Teté Coustarot y su pareja, Carlos Gaziglia, Marley, Humberto Tortonese, Marcela Tinayre y Nacho Viale, Teresa Calandra, Elizabeth Vernaci, Gino Bogani, Oscar González Oro, Fernando Burlando y Barby Franco, los PR Wally Diamante y Facundo Garayalde, Gerard Confalonieri y Cristian Castro, entre otros.
En el extenso jardín, decorado con velas, fanales y alfombras orientales, se distribuyeron seis livings para diez personas cada uno armados con camastros y sillones blancos de madera. Los invitados tenían sus lugares asignados, pero eso fue sólo al principio. Una vez que la música de Anita Álvarez Toledo hizo salir a todos a la pista con una mezcla perfecta de clásicos de los 80, cumbia y cuarteto, se reacomodaron libremente. En el principal, acompañaron a la cumpleañera Darín y Yankelevich (uno a cada lado de Su), Flor Bas, Rossella, Teté y su pareja, Tita Russ (ex de Alberto Olmedo) y el arquitecto Marcelo Fernández, recién llegado de Miami, con su marido.
El menú incluyó un bandejeo de pizzas (se repitió a la madrugada), empanadas, pinchos de langostinos, de carne y de calamares, ceviche y sushi. De entrada hubo dos opciones de arroz (con hongos o con calamares), el principal fue cordero con puré de boniato y el postre, una gran torta de tres pisos. Además, se desplegó una mesa dulce bajo un gazebo y se sirvieron panqueques de dulce de leche. Los tragos y bebidas se despacharon desde dos barras estratégicamente ubicadas.
Tras la comida se sucedieron una serie de shows sobre el escenario montado especialmente para la ocasión. Primero subió Tortonese que, tras un monólogo picante, presentó a Roberto Moldavsky, que sumó risas y humor a la velada.
Luego subió Elizabeth Vernaci (fue la que más arengó a todos a cantar y a bailar) para presentar a Cristian Castro. El cantante mexicano hizo delirar a todos con “Azul” y otros clásicos y sorprendió con su regalo: un perrito. Al parecer, Susana no se lo puede quedar porque sus perros son muy grandes, por lo que Burlando lo llevará a Buenos Aires y se lo quedará Luis Cella (h).
Más tarde, Susana y Marley se divirtieron al presentar a Palito Ortega, un amigo entrañable de tantos años, simulando que estaban en vivo en el programa Susana Giménez. Palito coreó el nombre de la agasajada y todos lo siguieron, incluso ella. Después sí, “La felicidad” y tantos otros de sus temas “inoxidables” se cantaron a viva voz.
El momento más emotivo fue cuando se proyectó en pantalla gigante un video con momentos destacados de la carrera de Susana. Para ella fue una sorpresa, un regalo inesperado que le tocó el corazón y la hizo emocionar. Fue el broche de oro para una noche inolvidable.
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