Instalada con su familia en Mónaco hace más de cinco años, la joven aprovechó la mini escapada para recorrer la ciudad y disfrutar del Argentina Open
Aunque nació en Francia y desde chica viajó por el mundo, Andanin Vilas (18) lleva en la sangre el amor por Argentina. La hija mayor de Guillermo Vilas (68) y la tailandesa Phiangphathu Khumueang (38) dejó por unos días su vida en Mónaco –donde está instalada desde hace más de cinco años con sus padres y sus tres hermanos, Lalindao (12), Intila (11) y Guillermo (4)– para conectarse con sus raíces argentinas.
Así, y escoltada por su madre, Andanin aprovechó su paso por Buenos Aires para comer asado en una parrilla de Palermo, recorrer tiendas de ropa –visitó el local de Benito Fernández, amigo de su madre y diseñador de su vestido de boda–, ver la final del Argentina Open entre el noruego Casper Ruud y Diego Schwartzman –en el court Guillermo Vilas del BA Lawn Tennis–, y entrenar en las canchas del Club Belgrano. De hecho, hasta se dio el gusto de jugar con la mítica raqueta Head Vilas con la que su papá ganó sus cuatro Majors (Roland Garros 1977, US Open 1977, Australian Open 1978 y 1979). “Empezar con papá como entrenador fue importante. Él pega fuerte todos los tiros. Y creo que eso me ayudó en la resistencia. Ahora, mi nuevo entrenador me enseña más técnicas de juego. Me sirve mucho. Yo sé dónde poner la pelota. Es algo que siempre destacó mi mamá”, explicó en una reciente entrevista que dio a la periodista Soledad Giménez.
El lunes 14, madre e hija emprendieron el regreso a Mónaco. ¿El plan? Terminar el colegio secundario en mayo y después dedicar un año entero a entrenar full time en Mallorca –donde Guillermo Vilas tiene una escuela–. Su sueño, después, es estudiar Negocios en alguna universidad de Estados Unidos.
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