Junto con sus hijas, la reina emérita Sofía y la princesa Irene, comieron en un exclusivo restaurante tras la finalización del campeonato de vela en el que participó el monarca
Ser subcampeón también se festeja. Por eso –una vez terminada la 41a edición de la Copa del Rey MAPFRE de Vela, en la que Felipe VI salió segundo en la categoría ORC 1 con el Aifos 500 de la Armada Española–, la familia real salió a celebrar. El monarca organizó una relajada comida junto a su mujer, la reina Letizia, sus hijas Leonor y Sofía, su madre Sofía y su tía, la princesa Irene de Grecia.
La cita fue en el restaurante Mía, que el reconocido chef Guillermo Cabot acaba de inaugurar en la zona del Portixol (un antiguo pueblo pesquero que se ha puesto de moda). Durante la tranquila velada, las risas y los gestos de complicidad fueron protagonistas y la princesa Leonor y la infanta Sofía se mostraron muy atentas con su abuela, la Reina emérita, con quien caminaron tomadas del brazo. Por su parte, Letizia –que optó por un vestido color rojo que resaltaba su bronceado– estuvo muy pendiente de la princesa Irene. Capítulo aparte, las miradas románticas entre el Rey y la Reina, reflejo de un amor que se mantiene intacto a través de los años.