Se equivocó y ahora lamenta lo que hizo. Jason Momoa (42) visitó la Capilla Sixtina y el Museo del Vaticano y se dejó llevar por su fascinación a tal punto que se sacó fotos solo y junto a otros turistas en lugares en los que no está permitido usar cámaras ni celulares. El protagonista de Aquaman publicó las imágenes en su cuenta de Instagram y las críticas le llovieron de inmediato. En uno de los videos se ve claramente su brazo tatuado que pasa por encima de una de las sogas de protección, para tocar un bajorrelieve. “Quiero disculparme con ustedes por cualquier falta de respeto. Amo su cultura y su historia”, escribió Momoa en un mensaje destinado a los italianos. El actor se encontraba en Roma filmando escenas de su útlima película, Fast X, y aprovechó para visitar otras atracciones de la Ciudad Eterna, como el Coliseo. Para justificar su mala conducta, explicó que no había podido negarse cuando le pidieron posar con él: “Me encontré con gente que realmente quería tomarse fotos conmigo, lo cual es muy extraño en la iglesia del Vaticano [la Capilla Sixtina], mirando todo ese esplendor”.