Este es el mejor año para el equipo de la monarca, que acumula 32 victorias sobre un total de 133 competencias
Montó por primera vez a los 3 años y tuvo su primer caballo a los 4, cuando recibió como regalo un pony de raza Shetland llamado Peggy. Durante su infancia y su adolescencia, la reina Isabel II de Inglaterra disfrutaba tanto de sus prácticas de equitación que a los 18 ya era una amazona. A los 95 anda a caballo con tanta frecuencia como se lo permite su agenda y está al tanto de lo que pasa en sus establos, donde tiene magníficos ejemplares purasangre a los que personalmente les elige el nombre y los alienta desde la platea cuando compiten. John Warren, jefe de los establos reales, reveló en una entrevista con la radio BBC 4 que la Reina se ocupa tanto del tema que lee cada mañana el Racing Post, un diario especializado en turf, para saber más sobre los competidores y los torneos y también para elegir sementales útiles para engendrar nuevos campeones.
Los caballos le dan grandes satisfacciones a Isabel en las pistas, al punto que, en los últimos nueve meses, la monarca ganó 460 mil libras (unos 635 mil dólares) gracias a ellos y su equipo acumuló 32 victorias sobre un total de 133 competencias. Isabel tiene treinta y seis caballos de carrera y uno de sus favoritos es Fresh Fancy, con el que ganó el lunes 13 de septiembre, en Kempton Park.
Desde 2017, el equipo de la Reina lleva acumuladas 121 victorias, además de unos tres millones de dólares en premios. Podrá parecer una cifra insignificante en relación con su fortuna personal, que asciende, aproximadamente, a 670 millones de dólares, (además de los 16 mil millones de dólares de la Corona), pero todo suma.
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