El síndrome de burnout es una patología que afecta a la mayoría de los trabajadores en algún momento de sus vidas; qué hacer para no caer en este estado
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El ritmo de vida cada vez más intenso y demandante que reina en el mundo moderno no da tregua y deja a muchas personas exhaustas física y mentalmente. Entregas contrarreloj, horas extra, corridas, adrenalina, la vida laboral arrasa y son muchas las consecuencias que se generan en las personas, quienes manifiestan sentir el síndrome de burnout, un término en inglés que en el último tiempo se volvió muy popular y que se traduce en el desgaste o la falta de energía, en el cansancio extremo, incluso, en el negativismo de cara a la actividad laboral diaria.
Sucede que frente a este panorama avasallante, a veces las personas desbordan frente a tantas exigencias y responsabilidades en el trabajo. En base a esta situación, que de a poco prende las alarmas de las distintas empresas y líderes, el informe Burnout 2022, un estudio regional realizado entre el 5 y 26 de septiembre por Jobint, una compañía que reúne algunos de los portales de empleo online como Bumeran y Hiring Room, en el que participaron 4820 personas, reveló que los argentinos encabezan la lista y son los más afectados de la región: el 86% dijo experimentar este cuadro. Le sigue Chile, con un 82%, Panamá con 78%; Ecuador con 74% y Perú con 66%.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología se define como un estado general de agotamiento físico, emocional y mental generado por situaciones de estrés crónico en el ámbito de trabajo, y tal es su impacto y preocupación, que en 2019, esta entidad la reconoció como una enfermedad. Por esta razón, la incluyó en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades.
¿Cómo surge el burnout?
Este síndrome aparece de a poco y tiene que ver con un proceso que se va gestando de manera paulatina a raíz de distintos factores que se dan en el ambiente laboral. Entre las causas que más se destacan en la sociedad argentina, desde el informe Burnout 2022, mencionan la falta de claridad que tienen los empleados respecto a las tareas diarias y la sobrecarga de asignaturas. A esta lista le siguen el tipo de trato que tienen los trabajadores con sus superiores, como así también la presión y la falta de identificación con los valores de la compañía.
Cuando esto ocurre, los síntomas que se pueden manifestar son de los más diversos. Durante el último año, el 80% de los encuestados, confesó haber sentido estrés, el 71%, desmotivación; el 46% admitió que le cuesta encontrar un rato para sí mismo, el 45%, que no logra desconectarse del trabajo una vez finalizado y el 45%, sostuvo padecer cansancio catalogado como fuera de los normal debido a la excesiva carga de tareas. Todo ello, a la larga es “sinónimo de la ausencia de una sensación de logro, de la pérdida de identidad propia y de una disminución en el rendimiento diario”, asegura el informe.
¿Se puede equilibrar el trabajo con la vida personal?
Las exigentes jornadas laborales, que inevitablemente le van a tocar vivir a la mayoría de las personas en algún momento de sus vidas, se ven sujetas al dilema acerca de cómo combinarlo con el ámbito privado sin que éste quede de lado y en el olvido. En base a ello, un dato de la misma encuesta, deja al descubierto que el 36% de los argentinos trabajan entre 45 y 50 horas semanales, es decir, un promedio de entre ocho y diez horas diarias, entonces, ¿cómo se logra esta alianza?
Nicolás Rocha, Head Regional de Selecta, comenta que este hecho tiene un peso importante en todos los individuos y no poder gestionarlo de manera eficiente, también “se puede interpretar como otra de las causas del burnout”. Según el informe, el 50% de los trabajadores no logró alinear los dos aspectos, pero el otro 50% restante sí. En este caso, el 44% de los afortunados que consiguieron el balance entre la vida laboral y personal, fue gracias a una meticulosa planificación de sus horarios semanales y el 25%, debido a que pudo organizarse en conjunto a su pareja.
Identificar señales
En una primera instancia, este agotamiento puede pasar como algo desapercibido o un tanto silencioso. Sin embargo, hay que estar atentos. Para Rocha, existen algunos signos que lentamente van apareciendo y que de a poco dan el indicio de ese abatimiento. Identificarlos a tiempo evita desarrollar problemas colaterales a futuro.
“Algunos de los puntos que van alertando sobre esta patología son el cansancio, que se va haciendo cada vez más intenso, la falta de motivación y el malestar emocional”, explica Rocha.
En esta línea, tomar medidas para mitigar esta condición se vuelve moneda corriente, pero no para todos. Otro dato que llama la atención y que el informe dejó al descubierto es que el 33% de los encuestados hace actividades que lo ayudan a relajarse como por ejemplo, yoga o gimnasia; el 26% usa su tiempo libre para leer, mirar series y realizar actividades que lo desconecten de su rutina diaria. Por el contrario, el 21% no hace ninguna actividad, el 9% intenta estar en contacto con seres queridos para contrarrestar el cansancio y el 4% de los valientes se desentiende de los dispositivos tecnológicos de trabajo, es decir, los apaga.
¿Se puede prevenir el burnout?
Si bien a veces puede resultar difícil escaparle a las demandas, desde Jobint, sugieren una serie de pautas, sencillas y rápidas, que se pueden adoptar durante el horario laboral, para ganarle al día y evitar caer en el piloto automático.
Pausas: la cantidad de horas que una persona pasa sentada, puede afectar tanto su físico, debido a las malas posturas, como así también fomenta la fatiga mental. Por ello, los descansos activos, en otras palaras, realizar algún tipo de movimiento o estiramiento, contribuyen a renovar la energía y recuperar fuerzas.
Música: se trata de una indiscutida aliada para relajarse, liberar el estrés y todo tipo de sensación negativa. Regula la ansiedad y fomenta la creatividad e inspiración.
Límites: la comunicación es una de las claves, ya sea entre pares, con compañeros o jefes. Tener un diálogo fluido, permitirá un mayor dinamismo y trabajo en equipo. Además, desde Jobint destacan que es importante establecer y dejar en claro los horarios de trabajo. “Siempre hace falta tiempo para dedicarse a uno mismo y cuando esto falla, aparecen los primeros síntomas de burnout”, comentan en el informe.
Ambiente: el entorno es fundamental para mantener la calma y la tranquilidad, incluso, para fomentar la concentración y la motivación. Entre los consejos, desde Jobint, recomiendan el uso de plantas en el escritorio, de sillas ergonómicas y soporte para la computadora. Estar cómodo y a gusto, potencia las ganas de hacer.
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