Smartwatches: los aliados del fitness que permiten controlar la salud desde la muñeca y hasta realizar un electrocardiograma
Según una investigación científica cerca del 60% de las personas que usan relojes inteligentes aumentó su actividad física
Para LA NACION
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso. Mientras que en niños y niñas en edad escolar el sobrepeso llega al 30% y la obesidad al 6%. En este sentido, una alimentación adecuada y el ejercicio físico cotidiano son dos factores de suma importancia para prevenir y controlar la obesidad. En la actualidad, se suma un tercer elemento fundamental para lograr este objetivo: la tecnología.
Los relojes inteligentes se convirtieron en grandes aliados para motivar a las personas a poner su cuerpo en movimiento, registrando sus logros e incentivándolas a ir por más. Según un estudio elaborado por la Universidad Estatal de Louisiana, el Centro de Investigación Biomédica de Pennington y el Centro de Cáncer de la Universidad de Hawai publicado en American Journal of Clinical Nutrition (AJCN), cerca del 60% de las personas que usan relojes inteligentes aumentó su actividad física. La investigación revela que estos dispositivos son clave para prevenir o reducir la obesidad, mejorar hábitos alimentarios y optimizar las rutinas deportivas.
“Los usuarios de smartwaches pueden ver fácilmente todos los datos medidos de un vistazo para seguir su progreso, así como también, los cambios en la salud y en el cuerpo. El reloj va más allá de simplemente registrar las calorías consumidas y la duración del entrenamiento, ya que permite tener mayor conocimiento y control de la salud desde la muñeca y hasta realizar un electrocardiograma” destacó Mariano Dascanio, Gerente de Producto de Mobile para Samsung Argentina.
Detalles del estudio
Dentro de los principales hallazgos del estudio, se destacan que casi el 60% de las personas usuarias de wearables aumentó su actividad física, redujo el sedentarismo en un promedio de 68 minutos y llegó a más de 2500 pasos diarios.
A su vez, el informe subraya la capacidad de los relojes inteligentes para ayudar a prevenir o reducir la obesidad, una condición que es responsable de aproximadamente el 60% de las muertes por enfermedades cardiovasculares.
El autoconocimiento y el cuidado, particularmente a través del acceso a los datos de los wearables, mejoran la visibilidad de los patrones de comportamiento. Además, una mayor interacción con estas herramientas permitió alcanzar resultados en objetivos, entre ellos, la pérdida de peso o la composición corporal.
El estudio comparó las medidas de composición corporal tomadas por el sensor de análisis de impedancia bioeléctrica (BIA) del Galaxy Watch4 con una medida clínica de una exploración de absorciometría de rayos X (DXA) de energía dual y un análisis duplicado de impedancia bioeléctrica octapolar de grado de laboratorio.
Los resultados demostraron que la medición BIA de Galaxy Watch tenía una correlación de entre el 97 y el 98% con los dos dispositivos de referencia en cuanto a masa magra, masa grasa, masa muscular esquelética, tasa metabólica basal y agua corporal total3. Los resultados del estudio muestran que los datos de un wearable de bioimpedancia pueden ayudar a los usuarios a monitorear su composición corporal y mejorar su salud cambiando su dieta y sus hábitos de ejercicio.
Por otro lado, la precisión de los datos permite que los usuarios puedan hacer ajustes a su propio comportamiento incluso cuando las pruebas clínicas no están disponibles. Esto les da la posibilidad de monitorear mejor su salud en el hogar (entre intervenciones médicas), cuando viajan o cuando trabajan de forma remota donde otras evaluaciones pueden no estar disponibles.
La tecnología como aliada de la salud
En los últimos años creció de forma sostenida el uso de múltiples dispositivos digitales, entre ellos los smartwatches. De acuerdo con cifras globales de Statista, se estima que las ventas de relojes inteligentes en todo el mundo sigan creciendo a mediano y largo plazo durante los próximos años, pasando de 37 millones de unidades vendidas en 2016 a más de 258 millones en 2025. Esto demuestra una tendencia que se afianza entre los usuarios de wearables y es la de construir un ecosistema de dispositivos: tanto los relojes inteligentes como los celulares, auriculares y tablets forman una red inteligente para que los usuarios puedan estar conectados y tengan información personal al instante como la evolución de la masa corporal, regulación y entrenamiento del sueño, control del oxígeno en sangre, disminución del estrés, rutinas/hábitos de entrenamiento y bienestar personal.
“Una de las funciones clave de los relojes es la de electrocardiograma, que registra la actividad eléctrica del corazón, y la del control de la presión arterial. Los datos de las mediciones se guardan automáticamente en el smartphone enlazado para poder acceder a ellos y controlarlos fácilmente. También se pueden compartir en formato PDF con un médico” destacó Mariano Dascanio.
También aclaró que todas las personas pueden usar estos dispositivos, sin importar su edad y su actividad, ya que los dos modelos de relojes de la marca ofrecen opciones de entrenamiento para más de noventa deportes y actividades físicas distintas, además son resistentes al agua, lo que permite utilizarlos para nadar y hacer deportes acuáticos.
Sin embargo, destacó que, como revela el estudio, lo importante es que los relojes inteligentes se conviertan en un gran aliado para mejorar la actividad física y el cuidado de la salud. “En este punto, reiteramos que estos dispositivos fueron diseñados para que se utilicen sólo con fines informativos. No tiene como finalidad sustituir ningún método de prevención, diagnóstico o tratamiento de condiciones o afecciones médicas. De ninguna manera reemplaza una consulta médica ni la información que surge del mismo debe ser utilizada para tomar decisiones vinculada a la salud de las personas. Ante cualquier inquietud se debe consultar al médico” concluyó.
Recomendaciones para optimizar la precisión de la composición corporal:
- Medir a la misma hora del día
- Medir con el estómago vacío
- Medir después de ir al baño
- Medir fuera del ciclo menstrual
- Medir antes de realizar actividades que provoquen un aumento de la temperatura corporal, como hacer ejercicio, ducharse o ir a la sauna
- Medir después de quitarse objetos metálicos del cuerpo, como un collar
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