Crimen en Almagro: tras la pista de “Camila”, investigan si citó al financista para robarle y lo mataron

Los investigadores trabajan sobre la pista de un robo como principal hipótesis del crimen de financista hallado muerto de un tiro en el pecho en un departamento del barrio porteño de Almagro, por el que buscan como principal sospechosa a una clienta de la víctima que dijo llamarse “Camila” y que lo citó con la excusa de realizar una transacción relacionada con la venta de dólares, informaron hoy fuentes policiales.

Efectivos de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad están a cargo de la investigación por el crimen de Walter Carlos Molina, de 34 años, quien había sido citado el pasado viernes al departamento 10° “C” de un edificio de Díaz Vélez al 3700.

Fuentes policiales aseguraron a Télam que, si bien es prematuro descartar otras posibilidades, los pesquisas trabajan sobre la hipótesis de robo, a pesar de que se encontró dinero en poder de la víctima.

”En el bolsillo tenía 34 mil pesos y 100 dólares, y en el auto, otros 98 mil pesos”, confirmó a Télam un investigador.

Los detectives del caso no descartan que haya llegado al lugar con una cifra superior, que se la hayan robado y le hayan dejado algo con el objetivo de desviar la investigación.

En tanto, la policía busca a una mujer que, al comunicarse con Molina dijo llamarse Camila y que es quien lo citó el viernes a la tarde en aquel departamento -que estaba deshabitado- para realizar una operación de compraventa de dólares. La víctima tenía una financiera (llamada Acredito Hoy) y también realizaba inversiones con acciones de distintas empresas.

Los detectives no descartan que esa mujer haya actuado con al menos una persona más.

El financista fue hallado el sábado a la mañana, con un disparo en el pecho, dentro del departamento, que estaba prácticamente vacío, y solo contaba con un sillón y una heladera.

Según la operación de autopsia, Molina murió por el impacto de una bala calibre 9 milímetros (una vaina servida de ese calibre fue hallada junto al cadáver), tras recibir varios golpes.

A solo 30 metros de la entrada del edificio, la Policía halló estacionado el Chevrolet Sonic propiedad del financista, dentro del cual encontraron 98 mil pesos y el teléfono celular de la víctima.

En tanto, los restos de Molina fueron inhumados esta mañana en el cementerio de la Chacarita, según confirmaron sus allegados.

La causa es investigada por la Fiscalía Criminal y Correccional N°36, a cargo de Marcelo Munilla Lacasa.

María Belén Pérez Orué, pareja de Molina, dijo ayer a Télam que el último contacto que tuvo con él había sido “alrededor de las 16″ y que, desde las 18, del viernes pasado ya no le había respondido los mensajes y llamadas.

”Revisamos la computadora y vimos que había buscado la dirección de ese edificio en el Google Maps. Fuimos hasta el lugar y tardaron 16 horas en entrar […] quizás si entraban antes podían tener un panorama diferente”, se lamentó.

Pérez Orué contó que su pareja trabajaba como despachante de Aduana, que era licenciado en Comercio Exterior y que desde hacía dos años tenía una financiera con varios clientes y daba cursos de dónde y cómo invertir dinero.

Sobre la mujer con la que se iba a encontrar el viernes por la tarde, Molina la había descripto como “una buena clienta” y le dijo que le había presentado “una buena oportunidad laboral”.

”A mí me comentó sobre esta clienta, era una mujer, pero no sé si la había visto antes, no me lo mencionó”, sostuvo Pérez.

La sospecha de los investigadores es que la tal “Camila” pudo haber realizado una operación previa con Molina a los efectos de calibrar los movimientos de la víctima y, en un segundo encuentro, convocarlo para una compraventa de mayor volumen y poder robarle.