Juicio: sin datos del crimen, los testigos giran alrededor del “Francés”, Macarrón y la vida sexual de Nora Dalmasso
Amigas de la víctima declararon que planeaba separarse de su esposo, acusado como instigador del homicidio ocurrido en 2006, en Río Cuarto
CÓRDOBA.- La vida privada y los supuestos amantes siguen siendo el eje del debate en la tercera semana del juicio por el crimen de Nora Dalmasso, ocurrido hace 15 años en Río Cuarto. Esos temas concentran la atención de los testigos y de quienes interrogan. Por el asesinato es juzgado el viudo, Marcelo Macarrón, como supuesto autor intelectual.
Las escasas expectativas que había sobre lo que diría el vecino que, según declaró su suegra, vio brindando con champagne a Macarrón, Michel Rohrer, conocido como “El Francés”, y Daniel Lacasse, examigo y abogado de Macarrón, se desarmaron ni bien habló. “No es lo que vi”, dijo Guillermo Lenti. “Pobrecita, ella sufrió mucho, está confundida por todos los rumores que se dijeron”, agregó en referencia al testimonio de su suegra.
Todo lo que esa mujer describió -un brindis pocos días después del crimen de Dalmasso- quedó desarmado. Tampoco hubiera servido más que para mostrar el vínculo de Macarrón con Rohrer, a quienes los hijos de la víctima apuntan como sospechoso y presunto amante de su madre.
Amigas de Dalmasso -a las que después su hijo Facundo caratuló como relaciones “circunstanciales”- también se sentaron frente a los jueces y a los ocho jurados. María del Carmen Pelleriti, usó -como ya lo vienen haciendo otros testigos- varios minutos para criticar la investigación, a la que calificó de “morbosa”.
“Uno de los que pudo beneficiarse es Marcelo (por Macarrón), porque con la muerte de Nora no tuvo que dividir sus bienes; y la otra persona es (Daniel) Lacase porque aprovechó la ocasión para deshacerse de sus enemigos políticos (Rafael) Magnasco y (Alberto) Bertea”, sostuvo.
“Fue un femicidio contra una mujer, la revolcaron y la pisotearon mil veces”, añadió y subrayó que “salieron en la búsqueda de amantes y no de un asesino. Mientras buscaban amantes se escapó el asesino”. Admitió que se enojó cuando se conoció de un romance de la víctima con Guillermo Albarracín, esposo de una amiga en común.
Pelleretti -quien caminaba tres veces a la semana con Dalmasso- precisó que en aquel tiempo ella se llevaba “muy mal” con quien era su esposo y “las dos pensábamos qué haríamos en el futuro si nos separáramos. Nora me decía, ‘vos no vas a tener inconvenientes con los bienes, pero si yo me separara de Marcelo tendría muchos problemas’”.
Habló también Paula Fitte de Ruiz, la amiga que vivía en Villa Golf -el mismo barrio que la familia Macarrón-Dalmasso- y regresó con la víctima (en autos distintos) después de la cena de las “congresistas” (tal como se autodenominaba el grupo de amigas) la madrugada que la asesinaron. Entró en la vivienda porque Dalmasso quiso enseñarle una carta de su hija Valentina para su padre.
“Vengo a defender la memoria de Nora porque nadie se merece una muerte así”, sostuvo y contó que Macarrón “nunca” la buscó para hablar de su mujer: “En estos 15 años jamás acudió a sus amigos para que lo consolásemos. Eso me sorprende”.
En su testimonio se refirió a Rohrer: “Ni siquiera es ‘El Francés’ como dicen; los que lo conocemos le decimos ‘El Ruso’ y sabemos que no es un depravado ni un violento como intentaron mostrarlo”. El empresario es amigo, desde chicos, del marido de Fitte de Ruiz. “Hay muchas cosas que no cierran, que están incompletas, que duelen”, agregó.
En tanto, Facundo Macarrón, criticó la declaración de varias testigos que se presnetaron como parte del círculo de amistades de su madre. “Tanto María como ‘Poly’ Ruiz son enviadas de Rohrer para defender su honor, eran amigas circunstanciales nada más. Las verdaderas amigas de mi madre no están en el proceso”, aseguró.
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