Liberaron al último sospechoso por el asesinato de Lola

MONTEVIDEO.- Desilusión y algo de impotencia. Así recibió la policía el resultado del ADN del último detenido por el crimen de Lola Chomnalez, que fue negativo y volvió la investigación casi al mismo punto de inicio.

En el juzgado había una sensación de que el dato coincidía con el olfato de la experiencia: el último acusado de matar a Lola no era realmente el responsable.

Quedaron más dudas que certezas, y el joven cuidacoches -que afirmaba que vio a Lola en aquella caminata playera que la llevó a la muerte- quedó libre, aunque en calidad de emplazado.

Las autoridades sufren con cada instancia que genera expectativa de aclarar el crimen, pero luego todo se esfuma. No es la primera vez que ocurre.

Las autoridades policiales, frustradas porque ha pasado el tiempo y no han dado con pistas claras, sostienen que la pérdida de tiempo conspira contra la aclaración de los hechos. "Cuando la policía lo toma, lo toma tarde, y a partir de que lo toma tarde, pone todo el esfuerzo habido y por haber, pero?", dijo Eduardo Bonomi, ministro de gobierno de Uruguay. Agregó: "Muchas veces hay un buen trabajo, que no tiene resultado".

Luego de tres meses largos desde el crimen de la adolescente argentina, el movimiento intenso en el juzgado de Rocha se dio a raíz de una mujer que denunció al cuidacoches de Rivera. Lo que trascendió de la investigación es que este joven había amenazado con pegarle a la mujer. Argumentó que ya había asesinado a una joven y citaba el caso de Lola.

Confusión

Lo detuvieron y ahí comenzó la maratón de declaraciones confusas y contradictorias. Pero, porque realmente estuvo con ella o por casualidad, el hombre manejó datos que hicieron creer que se trataba del asesino.

Dijo que andaba por la playa vendiendo "estampitas del amor", que se cruzó con Lola y que estuvo hablando con ella hasta que se desvaneció. Y que se asustó y se fue. Pero que no la mató.

Eso podría configurar un delito de "abandono", pero ni eso le fue adjudicado por el fiscal Rodrigo Morosoli y la jueza Silvia Urioste.

Aparte de que el ADN de la mochila de Lola no coincidió con el del cuidacoches, ¿tampoco creyeron su versión? ¿Creen que había otra persona con él y que la sangre es de un acompañante que no aparece? Nada de eso trascendió.

Anoche, el joven volvió a Rivera. Entrevistado por el Canal 12 de TV, fue presentado como Ángel Eduardo Martín Cachila. Dijo que lo habían tratado bien y que él no tiene nada que ver con el crimen de Lola. No quiso dar detalles del interrogatorio. En el juzgado siguen repasando pericias y datos. El tiempo pasa y el crimen sigue impune.

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