Nora Dalmasso: aseguran que un examigo de Macarrón desvió la investigación y lo definieron como “manipulador y matón”
Un exfuncionario y el primer imputado en la causa señalaron que Macarron tuvo responsabilidad en los rumores que corrieron
CÓRDOBA.-En el juicio por el crimen de Nora Dalmasso, ocurrido hace 15 años, empezó a hablarse del viaje del viudo -único imputado como supuesto autor intelectual- a Punta del Este y de los intentos de “desviar la atención” por parte de quien fuera su amigo, abogado y vocero, Daniel Lacase.
Marcelo Macarrón, esposo de Dalmasso, estaba en Uruguay jugando un torneo de golf cuando ocurrió el crimen en su casa en Río Cuarto. Esta semana lloró cuando decidió hablar nuevamente después de escuchar testimonios que lo mencionaron.
Uno de los testigos que declaró hoy ante los jurados populares y los camaristas fue Oscar Bertea, exsecretario de Seguridad de Córdoba, quien dijo que “hubo una embestida en contra nuestra” por parte de Lacase. Ambos estaban enfrentados por cuestiones políticas.
Bertea aseguró que él le aconsejó a su amigo Rafael Magnasco -a quien se lo vinculaba con Dalmasso- que se hiciera un ADN. En declaraciones periodísticas, antes de hablar en el estrado, el exfuncionario apuntó que el viudo “algún grado de responsabilidad tiene”. No fue más allá.
Frente al tribunal Bertea apuntó contra Lacase, abogado que en la primera etapa del caso asumió la tarea de transmitir el pensamiento del viudo. “El vocero (de Macarrón) no ayudó al imputado, ni a su familia, deliberadamente desvió la investigación queriendo ocultar los hechos”, dijo Bertea y, según consignó la agencia Télam, definió a Lacase como “manipulador, guapo y matón”.
El exfuncionario de la cartera de Seguridad cordobesa comentó, incluso, un incidente que había tenido con Lacase, poco después del crimen. “¡Vos estas mirando a mi mujer! Mis amigos le respondieron gritando ‘vos asesinaste a Nora’”, señaló Bertea.
Magnasco pasó por el tribunal antes y dijo: “Esto fue algo absolutamente premeditado. Quisieron crear una cortina de humo, algo digno de la mafia: distraer acá, para atacar allá”. En esa línea sostuvo que dos amigos, semanas antes del crimen, le indicaron que corrían rumores de un vínculo suyo con Dalmasso. “¡Había en el ambiente un olor a barro, un olor a mugre tremendo!”, declaró.
“Me tiraron un muerto en la puerta de mi casa. Esto fue producto de mentes siniestras, viles, maléficas”, añadió y también mencionó a Lacase y a Macarrón. A metros del viudo enfatizó que le gustaría que “alguna vez” le explicara “por qué hizo esto, por qué cuando mi cuñada fue a su casa me acusó a mí”.
Cuando se presentó espontáneamente para la prueba del ADN el entonces fiscal de la causa lo imputó por el crimen; en marzo de 2007 cayó y Magnasco denunció al Estado provincial por daños y perjuicios.
Después de que Magnasco y su expareja, María del Carmen Garro, hablaran Macarrón pidió declarar: “Cuando terminé de escuchar las barbaridades que dijeron quise declarar, porque escuchar tantas mentiras me iba a hacer mal”. Desmintió que la mujer lo haya visitado después del crimen y aseguró que “nunca” dijo que el hombre “tuviera algo que ver.”
Subrayó que no planeó viajar con Lacase a Uruguay, sino que el abogado se ofreció a acompañarlo. “Como el resto salía antes y yo tenía cirugías programadas decidimos viajar juntos el día jueves”, apuntó.
Al final de esta nueva declaración -la segunda en el mes que lleva el juicio- Macarrón describió cómo se enteró de la muerte de Dalmasso. “En el trayecto se baja del auto y Silvia Magallanes le dice que había muerto mi mujer. ‘Bajate, mataron a Nora’, me dijo Daniel y yo me tiré al piso”, repasó.
En las semanas anteriores toda la atención estuvo en la vida privada y los supuestos amantes de la víctima. Incluso los hijos de Dalmasso fueron sobre ese punto y mencionaron a Miguel “el Francés” Rohrer como supuesto amante de su madre y criticaron que no se lo haya investigado lo suficiente. También unas amigas de la mujer asesinada apuntaron sobre cómo fue la búsqueda de los criminales.
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