Será usada como prueba la confesión de la madre

LA PLATA.- La confesión pública de Adriana Cruz a un canal de noticias, en la que reconoció que para vengarse de su esposo, el contador Carlos Vázquez, asesinó a su hijo de seis años, que murió ahogado en un jacuzzi de la casa de la familia en el country Lagos de San Eliseo, de Presidente Perón, puede ser usada como prueba, según consideró el juez de la causa, Juan Pablo Masi.

La mujer, que se encuentra detenida en el penal de Melchor Romero, al ser consultada por un movilero de Telefé Noticias, dijo: "Lo maté para cagar al padre".

Ayer, en tanto, los investigadores agregaron a la causa sendas cartas enviadas por las dos hermanas de la víctima a su madre y su padre, poco antes del crimen. En un intento de recomponer la familia, las chicas les piden a sus padres que se amen. "Los dos son diferentes, Lachu y yo estábamos asustadas, ámense", dice una carta enviada por la hermana de 14 años y dirigida a su madre, a la que tuvo acceso el diario platense Hoy.

En la otra misiva, dirigida al directivo de la empresa de recolección de residuos Covelia, la mayor de las hijas del matrimonio le dice que "no todo es malo", y agrega: "También me gustaba pasar tiempo juntos a la mañana, cuando íbamos al cole; te amo y siempre lo voy a hacer".

Las cartas se sumaron ayer a la investigación que lleva adelante el fiscal Leandro Heredia, que tiene previsto tomarle hoy declaración a la hermana mayor.

Las dos chicas, según relató a LA NACION el fiscal, están viviendo en una casa que su padre les alquiló tras el crimen. "Están totalmente aisladas, no leen diarios, no ven TV, no escuchan la radio, nada que las pueda afectar", relató el fiscal. La casa estaría ubicada en las inmediaciones del country, cerca del límite entre Presidente Perón y San Vicente.

El fiscal, por indicación del juez, debe ahora profundizar la pesquisa y develar por qué los chicos vivían con su madre, pese a que Vázquez la había denunciado por violencia familiar. "Los niños son retirados por una situación de peligro de la guarda de la madre y después vuelven [a ella] en una situación irregular y se los pone en una situación de riesgo", justificó el magistrado.