Abusador en Saavedra: detuvieron a un joven que manoseaba a mujeres en inmediaciones de un parque

El hombre repetía metódicamente su modus operandi: llegaba a las inmediaciones del parque Padre Carlos Mugica, en el coqueto barrio Cornelio Saavedra, y estacionaba su Suzuki Fun negro. Después, caminaba un par de cuadras, y en Aizpurúa y Núñez, a una cuadra del Parque General Paz, les tocaba la cola mujeres que pasaban por el lugar y, en el acto, escapaba a la carrera. Entre el 2 de febrero pasado y anoche, siempre entre las 22.30 y 23.30, hubo al menos cuatro episodios de este tipo de abuso sexual. Una de las víctimas sufrió la fractura de su muñeca izquierda al caer en la vereda tras haber sido empujada por el degenerado luego del tocamiento. El sospechoso fue detenido después de su último ataque.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. El sospechoso, identificado por los voceros consultados como Ignacio Di Natale, no lo sabía, pero su última víctima fue una oficial de la Policía de la Ciudad que recorría, vestida de civil, la zona del parque Padre Carlos Mugica en busca del abusador que manoseaba a mujeres en la zona oeste de Saavedra.

En la investigación, que comenzó tras una denuncia de una víctima, intervienen el fiscal José María Campagnoli, su equipo de colaboradores y personal de la División de Investigaciones de la Comuna 12 de la Policía de la Ciudad.

La víctima que hizo la denuncia en la Comisaría Vecinal 12C afirmó que fue abusada el 15 de este mes a las 22.26. Según relató, cuando caminaba por Aizpurúa y antes de llegar al cruce con la calle Núñez, advirtió que una persona caminaba atrás suyo y se le acercaba a paso acelerado.

“[La víctima] sintió un golpe en la parte trasera de su cola y observó que quien la manoseó en sus glúteos sin su consentimiento era un hombre joven, de entre 18 y 22 años, que vestía ropa deportiva; era de tez blanca, pelo corto castaño claro y calzaba zapatillas negras”, según consta en el expediente judicial al que tuvo acceso LA NACION.

Antes de escapar, el abusador empujó a la víctima, que sufrió la fractura de la muñeca izquierda en su caída, agregaron las fuentes consultadas. El ataque fue registrado por una cámara de seguridad instalada en una casa de la zona.

Tras la denuncia, y al revisar las grabaciones, se descubrió que el mismo sospechoso habría protagonizado otro hecho similar el 2 de febrero pasado. La víctima de ese abuso sexual fue una oficial de la Policía de la Ciudad que cumplía funciones en la zona.

Durante la investigación se pudo determinar que el sospechoso llegaba a las inmediaciones del parque Padre Carlos Mugica en un Suzuki Fun negro.

Un mes y ocho días después del primer ataque hubo otro abuso. Tras dar cuatro vueltas por el parque en su auto, el sospechoso estacionó sobre la calle Aizpurúa y corrió para manosear en la zona de los glúteos a una mujer embarazada que pasaba por el lugar. Después, caminó hacia su vehículo y abandonó la escena del hecho. Esa víctima, por el momento, no fue identificada. El hecho fue descubierto por los investigadores cuando revisaban las imágenes de las cámaras de seguridad.

“Una oficial de la Policía de la Ciudad informó que mientras realizaba tareas de investigación y averiguaciones en inmediaciones del lugar de los hechos y en los parques vecinos advirtió la presencia de un vehículo de similares características al que habían visualizado a través de las cámaras privadas y del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) como que era utilizado por el sospechoso, quien se acercó hacia la oficial, que no se encontraba uniformada por estar haciendo tareas de investigación, y la tocó en la zona de sus glúteos”, se afirmó en el expediente. En ese momento, el depravado sexual fue detenido por la mujer a la que acababa de manosear.

En las próximas horas, Di Natale será indagado por la jueza en lo criminal y correccional porteña Paula González y por el fiscal Campagnoli.

Según informaron fuentes judiciales, por uno de los hechos (el que la víctima sufrió la fractura de la muñeca derecha) podría recibir una pena máxima de diez años de cárcel.