Un ladrón muerto y otros dos heridos al intentar robar a un policía de la Ciudad que estaba de civil

Un nuevo enfrentamiento entre un policía de civil y ladrones que quisieron robarle su vehículo terminó con un delincuente muerto y otros dos heridos en la madrugada de hoy en una de las zonas más turísticas de la Ciudad de Buenos Aires.

Según el parte oficial, un efectivo de la Comisaría Vecinal 3B que se encontraba de civil tras finalizar su servicio, se trasladaba a bordo de su camioneta Renault Sandero cuando en la intersección de las calles Balcarce y San Lorenzo fue abordado por, al menos, tres ladrones armados que intentaron robarle.

Uno de los ladrones le apuntó con un arma de fuego mientras intentaban abrir el auto y en medio del forcejeo, el agente repelió la agresión efectuando disparos. Como resultado, tres de ellos resultaron heridos, de los cuales uno, de 18 años de edad, falleció en el lugar.

Los dos heridos restantes, de 14 y 16 años, ingresaron posteriormente y sin riesgo de vida al hospital Cosme Argerich. El primero de ellos, quien cuenta también con antecedentes por hurto y riña, con una excoriación en el pie izquierdo, mientras que el segundo por una herida en la zona del fémur.

El lugar del hecho se encuentra aproximadamente a 400 metros del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) dónde el efectivo en cuestión se encontraba cumpliendo funciones de Policía Complementaria.

Interviene en la causa el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 40, a cargo de Paula González, quien dispuso la intervención de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina.

Personal del Cuerpo Único de Psicólogos (CUP) asistió al personal policial y se hicieron las comunicaciones pertinentes con las áreas de Jurídico y Desempeño Profesional de la Institución.

El debate por el uso de las armas de fuego

El caso del oficial de la Policía de la Ciudad se suma a otros enfrentamientos que se dieron en los últimos meses, donde delincuentes jóvenes fueron abatidos cuando intentaron robar a uniformados que estaban de civil.

Además, es el primero que ocurre luego de que Patricia Bullrich anunciara un nuevo protocolo de uso de armas de fuego para efectivos de las fuerzas federales.

El miércoles, a Ministra de Seguridad de la Nación anunció la puesta en marcha de un reglamento general para el empleo de las armas por parte de los miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad que le permitirá mayor libertad de acción a los uniformados. Estos cambios generaron un estado de alerta en la Justicia que mira con recelo un avance en cuestiones establecidas en el Código Penal y la Constitución Nacional.

El nuevo protocolo alcanza a los efectivos de las cuatro fuerzas federales: la Policía Federal Argentina (PFA), la Prefectura Naval Argentina (PNA), la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Sobre uno de los cambios más controvertidos, explicó: “Los agentes deberán siempre identificarse como tales, dando la voz de alto, pero hay una excepción que hay que entenderla. La excepción es que hay momentos en que, si el agente se da a conocer, pone en riesgo su vida o la de terceros”.

La ministra explicó que “durante muchos años se usó mal” y que “las fuerzas fueron despojadas en su capacidad para repeler agresiones”. Según sus aclaraciones, “siempre se plantea que el delito termina en el momento en el que el delincuente se fuga. El código penal es claro que la acción le obliga a las fuerzas de seguridad a impedir la fuga de los delincuentes porque implica que el peligro a la sociedad sigue latente si el delincuente en uso de armas de fuego se escapa. Este es un concepto que se ha utilizado mal durante muchos años.

Consultados por LA NACION, tras el anuncio de Bullrich, diferentes funcionarios judiciales mostraron reparos sobre el alcance del nuevo reglamento y su validez legal. Un fiscal de la Provincia de Buenos Aires dijo: “Está pasando por arriba del Código Penal. Legítima defensa es un tema de fondo. Tiene que cambiar el código. Si no, después pagan el pato los policías. Como Chocobar”.

En tanto, un camarista de casación, consultado por LA NACION sobre el nuevo protocolo, dijo: “En principio, las acciones no punibles son las que detalla el artículo 34 del Código Penal. Lo que caracteriza a la legítima defensa es la agresión ilegítima. Además de la necesidad racional del medio empleado. Esto no puede ser modificado por protocolo. Ahora en el mismo artículo se habla del cumplimiento de un deber, pero este habrá que evaluarlo casuísticamente”.