Cómo una bandera argentina en las Georgias se transformó en el primer botín de la guerra de Malvinas

La guerra de Malvinas no comenzó el 2 de abril de 1982, hace 40 años. Antes de la recuperación y la caída de Puerto Argentino, el desembarco de un grupo de civiles argentinos en las islas Georgias desencadenó una serie de hechos que terminaron provocando la escalada militar. Además de hombres y mujeres, la victoria y la derrota tuvieron otras protagonistas. Entre las más emblemáticas estuvieron las banderas de uno y otro bando. Ellas representaron el honor, el símbolo por el cual se estaba peleando y fueron el trofeo de guerra más preciado.

Algunas de las banderas quedaron en manos de sus defensores. Otras, con sus apropiadores; algunas fueron enterradas o quemadas, para no entregarlas al enemigo. Otras están bien guardadas. Un puñado de ellas dieron vueltas por el mundo, y cambiaron de manos y de bando.

El coleccionista argentino Jorge Triaca ubicó en Londres la bandera albiceleste que flameaba en las Georgias y que, cuando llegaron los soldados británicos, fuera arriada por un royal marine y transformada, en ese mismo instante, en el primer trofeo de guerra del bando enemigo.

Presentada en 4 episodios, esta la historia de la primera bandera de la guerra de Malvinas: con el relato de Triaca de cómo recuperó la bandera, y los recuerdos de Fabián Costa, que fue parte del primer grupo de argentinos que llegó a las Georgias en una operación civil, en marzo de 1982, que fue el momento cero, la chispa que inició el conflicto militar que se extendió hasta el 14 de junio de ese año.