Dos semanas sin luz: vecinos de las islas del Delta reclaman a Edenor que vuelva el servicio
Desde el último temporal que afectó a todo el país, el 17 de diciembre, muchos de los habitantes deben bañarse en el río porque se quedaron sin agua potable, no tienen dónde conservar comida fresca
Cientos de vecinos de las islas del Delta realizaban este mediodía un corte y movilización en el río Tigre y en la estación fluvial para reclamar que se restablezca el suministro eléctrico que se encuentra cortado en muchos hogares desde hace 13 días, luego del fuerte temporal del pasado 17 de diciembre.
“Son unas condiciones de porquería las que estamos viviendo”, dijo a LA NACION Vanesa Rivera, habitante de la zona.
En los tres años y medio que lleva viviendo en el Delta, la mujer, que decidió darle un cambio de aire a su rutina y se mudó allí con su familia, a la vera del arroyo Cruz Colorada ubicado a 2 kilómetros del río Paraná de las Palmas, jamás sufrió una situación similar. Y ella es solo un ejemplo de lo que está transcurriendo la mayoría de los vecinos de la zona. Sin luz y sin agua potable, grandes y chicos se la rebuscan para sobrevivir en un ambiente que se vuelve cada vez más hostil frente al calor y la inseguridad.
“Yo puedo tener un transformador para darle energía a mi heladera y freezer, pero hay personas, como mi empleada doméstica, que no pueden. Esto es un desastre”, enfatizó Rivera, indignada ante la falta de respuestas de la empresa Edenor y del municipio de Tigre. La utilización de ese aparato le provoca un gasto de entre 12 y 30 mil pesos diarios por el combustible que requiere para funcionar. Como si eso no fuera suficiente, la mujer y su familia no tienen ingresos porque no pueden alquilar las tres cabañas que tienen en el Delta como negocio.
Las familias recurren a los cauces de agua cercanos para asearse a diario. Pero hay muchas personas mayores de edad, como el padre de Vanesa, de 86 años, a quien se le dificulta hacerlo. Por miedo a que les roben las pertenencias, en medio de la oscuridad cerrada en que queda inmerso el Delta sin luz artificial, los vecinos deciden quedarse en sus casas, en medio “de una boca de lobo”. Ya pasaron así la Navidad y no parece haber, por lo menos hasta ahora, buenas noticias para recibir el Año Nuevo.
Desde las 11.30, un grupo de 150 personas, entre ellas Vanesa, se movilizó hacia la estación fluvial a bordo de unas 40 lanchas para exigir que se intensifiquen los trabajos de reparación. Mientras algunos golpean botellones o botellas de agua, otros aplaudían y cantaban “que vuelva la luz”. Hay habitantes que ya están pensando en acudir a la Justicia para intimidar a la empresa de luz.
Según denuncian los vecinos, desde la concesionaria Edenor les contestaron que “no tenían dinero para comprar los cables y transformadores” necesarios para devolver el suministro eléctrico. “Y en el municipio tampoco nos dan respuesta. Solo dicen que se están ocupando”, agregó Rivera.
Desde el último temporal que afectó a todo el país, en el que fallecieron 13 personas en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, muchos barrios en diferentes provincias se vieron afectados con cortes de suministro eléctrico al igual que las islas del Delta, pero en gran parte de esa zona del norte del conurbano no regresó la luz desde entonces.
”Es difícil dar respuesta exacta de cuantos están sin luz, porque no se sabe a ciencia cierta cuántos vivimos en la isla. Los dos últimos censos fueron poco exactos. Pero la segunda y tercera sección, o sea, todo lo que está del otro lado del Paraná de las Palmas, no tiene luz y no tendrán por bastante tiempo. Están muy aislados y sin ningún servicio, y al no poder cargar celulares no pueden ni reclamar”, contó a la agencia Télam el isleño Diego Renicoli.
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