Qué es el ingreso universal y cuál sería su monto aproximado

El Gobierno planea establecer un ingreso universal para ayudar a los grupos más vulnerables de la sociedad y sobrellevar el período de postpandemia, tras meses de inactividad económica en muchos sectores a raíz del aislamiento establecido por el coronavirus.

Este ingreso universal, también entendido como ingreso de base, constituye una de las opciones que barajan las autoridades para dar respuesta a las demandas de los sectores más golpeados del país desde que empezó la cuarentena. Quienes percibieron el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) conforman uno de los grupos que mayores dificultades encontrará hacia el fin de la emergencia sanitaria.

La situación de desempleo y pobreza que quedará luego de la pandemia del coronavirus plantea una urgencia socioeconómica para apuntalar los grupos de menores recursos que demorarán más en retornar a su situación anterior.

El ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo declaró que planean implementar una renta básica universal para distribuir una vez que culmine la última ronda del IFE.

"Cuando se empiece a pagarse el tercer IFE, debemos generar un empalme que devenga en renta universal", sostuvo Arroyo en referencia al nuevo concepto, que será un ingreso de base para acompañar a la franja más desprotegida de la sociedad.

Aunque se trata de una idea preliminar, la grave situación socioeconómica del país, atravesada por el coronavirus, la inflación y la caída del consumo, impulsa una implementación con cierta urgencia, que sirva de contención hasta experimentar una mejora en la economía local.

Esta renta universal se comenzaría a aplicar en etapas y la intención de las autoridades es vincularla a planes que generen empleo.

Si bien no se conoce el monto exacto de lo que sería la renta básica universal, voceros del gobierno dejaron entrever que se acercaría a la cifra de un salario mínimo, que está en el orden de los $16.875.

De acuerdo a las evaluaciones que realizan en el Gobierno, la renta básica universal alcanzaría a tres millones de personas y coincide con el grupo más vulnerable entre quienes ya están recibiendo el IFE desde que comenzó el confinamiento.