La Iglesia declaró culpable de abuso sexual a un sacerdote y ahora enfrentará una demanda civil
La víctima denunció al cura Héctor Pinamonti ante el fuero eclesiástico en 2018; los hechos ocurrieron hace 20 años en Córdoba
La víctima de abuso sexual de un cura que hace un año fue declarado culpable en el proceso judicial canónico presentará ahora una demanda civil contra la Iglesia en la que pide un resarcimiento económico por los daños sufridos. El caso recién trascendió ahora, pero los hechos datan de hace 20 años. La sanción eclesial es del 3 de febrero de 2021 y lleva la firma del obispo de la Diócesis de la Concepción de Río Cuarto, Córdoba, monseñor Adolfo Uriona.
El cura Héctor Pinamonti tiene ahora 90 años, y la sanción establece que “por tiempo indeterminado” tiene la “prohibición total de ejercer el ministerio sagrado en público” al haber sido encontrado culpable de reiterados abusos sexuales sin acceso carnal en perjuicio de una niña entre los 8 y los 12 años.
Jaqueline Cattáneo y Nicolás Buzzacchi son los representantes legales de la mujer que hizo la denuncia de los abusos ante la Iglesia en 2018. En febrero del año pasado, recibió la notificación oficial con la firma del obispo Uriona de que en el proceso penal canónico Pinamonti fue hallado responsable de los abusos sexuales sin acceso carnal que ella denunció.
La víctima, que prefiere mantener el anonimato, tiene 34 años, está casada y tiene hijos. En diálogo con LA NACION, Cattáneo contó que Pinamonti fue trasladado desde General Deheza a San Basilio y la familia de la niña iba a visitarlo. “Lo veían en la casa parroquial de ese pueblo y allí fueron los abusos”, apunta.
Contra la Iglesia
La mujer nunca le contó nada a su familia: “No podía entender que hubiese pasado, porque él era una figura querida —describe la abogada—. Ella pensaba que había interpretado mal, que no era como ella la recordaba. Hizo y hace terapia”.
La causa penal está prescripta. Por eso el reclamo que se prepara es civil. Cattáneo explica que como los abusos sucedieron en el ámbito de la iglesia la demanda irá contra la institución. Ya completaron la etapa de mediación obligatoria —un abogado se presentó por el Obispado— en la que no hubo acuerdo. “Con todo el material probatorio avanzamos en los nuevos pasos”, dice.
Pinamonti está en Sampacho (a 40 kilómetros de Río Cuarto). Otras dos víctimas se acercaron a los abogados. Una de ellas, que habló con los medios, plantea que fue abusada con acceso carnal.
En el caso de la mujer que hizo declaraciones, señaló que tenía 11 años y trabajaba en una casa de familia que tenía buena relación con el cura. Los dueños de la vivienda se fueron de vacaciones y le dejaron la llave para que cuidara los perros. Que el cura se presentó en la casa, le preguntó si estaba sola, y que después la tomó con fuerza, la besó, y finalmente la violó.
“Fuimos a la policía donde hicieron la denuncia —contó la víctima al sitio La Marea—. Después me entero de que nunca estuvo preso, que lo llevaron a Achiras. Eso es todo lo que hicieron. Mi papá habló también con la señora de la casa y ella le dijo que Pinamonti era un santo”.
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