Otros casos en América latina: una historia de papelones y curiosidades

La exclusión de la Argentina de las pruebas PISA por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) por encontrar "fallas técnicas graves" en la elaboración de la muestra es un episodio que puede sumarse a otros escándalos vinculados a evaluaciones educativas en la región.

Como sucedió en México, en 1997, donde el PRI ocultó deliberadamente los resultados de las pruebas Timss, un estudio internacional sobre rendimiento en matemática y ciencias. El caso tuvo tanta repercusión que el candidato presidencial opositor Vicente Fox se comprometió a publicar y difundir todos los resultados si era elegido. Años más tarde su gobierno creó el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), que se caracteriza por una administración autárquica y mixta, compuesta por el Estado, los docentes y los padres.

Lejos de allí, en Perú, en diciembre de 2006, el Ministerio de Educación preveía desarrollar una prueba de evaluación a 200.000 docentes. En medio de protestas gremiales contra la evaluación, un grupo de maestros fue acusado de robar la prueba, que inmediatamente difundieron para evitar que fuera secreta. El entonces ministro José Chang suspendió la prueba y denunció penalmente a los dirigentes gremiales.

En esos momentos se llegó a decir que los que robaron la prueba eran miembros residuales de la organización guerrillera Sendero Luminoso y que habían cometido el delito por pedido del sindicato docente. Una situación similar se repitió en 2011.

En Brasil, en 2010, la justicia federal de Ceará ordenó suspender los ENEM (Exame Nacional do Ensino Médio). ¿La razón? La filtración de la prueba que debía tomarse a 3,3 millones de alumnos de nivel medio. Un día antes, una periodista consultó al ministerio sobre la confidencialidad del test. Las autoridades respondieron que estaba todo resguardado y en condiciones. La cronista respondió que no era así porque contaba con las pruebas que viralizaron sus alumnos. Una mala impresión de algunas hojas de los cuadernillos fue lo que generó una filtración de la información desde la imprenta.

Algunos países, cuando los gobiernos publican los resultados, conforman un ranking. En Chile lo hacen escuela por escuela, al igual que en México. En Brasil, Colombia y también en Costa Rica no publican rankings, pero la información es presentada de manera desordenada y completa. Esto permite a especialistas o medios de comunicación armar el temido ranking de calidad por regiones o Estados.