Quino, un nuevo Príncipe de Asturias que galardona a la Argentina

El flamante premio Príncipe de Asturias a Quino, el padre de la emblemática Mafalda, volvió a llevar a la Argentina a uno de los escalones más altos del reconocimiento mundial. El galardón que recibirá Joaquín Salvador Lavado Tejón será el quinto que reciba un argentino en la historia.

El primer galardonado fue el físico y filósofo Mario Bunge, en 1982; mientras que el antecesor a Quino fue el músico Daniel Barenboim, en 2002. Incluso lo ganó, en 1985, el por entonces presidente Raúl Alfonsín al liderar el regreso de la democracia en la Argentina.

Bunge recibió el premio Príncipe de Asturias en la misma categoría que ganó Quino, Comunicación y Humanidades. El galardón de mayor prestigio en España, y uno de los más importantes en el mundo, apenas se había entregado por primera vez un año antes, en 1981.

Bunge fue distinguido por unanimidad por los miembros del jurado. "Ha contribuido al análisis y fundamentación de teorías en el campo de las Ciencias Naturales y Sociales con una larga serie de trabajos que vienen influyendo grandemente en la investigación que se realiza en estas materias tanto en España como en Hispanoamérica", destacó la Fundación Príncipe de Asturias sobre el argentino al momento de justificar el premio.

Tres años después, el galardón lo obtuvo el biólogo argentino-español David Vázquez Martínez. Compartió el Príncipe de Asturias en la categoría de Investigación Científica y Técnica con el ingeniero sísmico mexicano Emilio Rosenblueth.

Vázquez Martínez, nacido en Tucumán en 1930 y fallecido en España en 1986, fue galardonado por sus contribuciones al conocimiento del mecanismo de acción de los antibióticos y los fundamentos moleculares de la biosíntesis proteica.

También en 1985 fue condecorado con el Príncipe de Asturias el por entonces presidente Raúl Alfonsín, pero en la categoría Cooperación Internacional. La Fundación otorgó el premio al ex mandatario, quien falleció en 2009, "en consideración a las dificultades de la transición política, al hacerse cargo del gobierno de la República Argentina tras una guerra de dramáticas consecuencias".

En su discurso de premiación, Alfonsín exaltó los valores del nuevo tiempo democrático que se abría en el país y en América Latina tras las dictaduras que azotaron la región en la década del 70. "Es necesario ahora dar el paso siguiente: convertir estos embriones de articulación política en formas institucionales de integración que permitan a la región afrontar de un modo organizado tanto sus dificultades internas como las relaciones globales del área con el resto del mundo", señaló.

El último argentino ganador del Príncipe de Asturias fue el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim, quien lo obtuvo en 2002 en la categoría Concordia. Lo obtuvo junto al escritor estadounidense de origen palestino Edward Said, con quien fundó la West-East Divan Orchestra, una iniciativa para reunir a un grupo de jóvenes músicos talentosos tanto de origen israelí como de origen árabe o español.