Un médico y un enfermero murieron en un accidente aéreo

ESQUEL.- Un médico y un enfermero murieron al estrellarse un avión sanitario mientras intentaba un aterrizaje en el aeropuerto de esta ciudad. La tragedia tuvo dos sobrevivientes: el piloto, que fue trasladado ayer a la Capital, y el copiloto, que sigue internado grave en el Hospital de Esquel.

El accidente se produjo sobre las 23 del martes, cuando la aeronave Learjet 35 matrícula LV-BXU impactó en inmediaciones del Aeropuerto Internacional Brigadier General Antonio Parodi, al este del centro de Esquel. Un denso banco de niebla habría provocado el accidente.

El objetivo del vuelo era trasladar a Buenos Aires a Jazmín, una menor de tres años con una patología cardíaca que debía ser tratada en un centro de salud de mayor complejidad. Sin embargo, por el accidente, el operativo quedó trunco hasta ayer por la tarde, cuando otro avión sanitario realizó el traslado.

En la noche del martes, el ruido y una bola de fuego en la oscuridad alertaron de inmediato sobre la tragedia. Las dos personas rescatadas -identificadas como Mariano La Torre, hijo del dueño de la empresa que realizaba los traslados sanitarios, y el copiloto, Martín Gamboa- fueron trasladadas al Hospital Zonal Esquel con lesiones graves.

Ambos son expertos e instructores de aviación. Las víctimas mortales fueron identificadas como Federico Bassi y Patricio Walmsley, el médico y el enfermero, respectivamente, que iban a cubrir la emergencia.

La aeronave había partido del aeropuerto de San Fernando a las 20.23 y la hipótesis más firme es que se habría accidentado por la niebla, que dificultó el aterrizaje.

Bassi, de 44 años, había nacido en Bahía Blanca, pero se había radicado hacía décadas en Quilmes. Desde hacía 15 años ejercía como cardiólogo de la Unidad Coronaria del Sanatorio Modelo de Quilmes, y desde 2007, también en el Hospital Argerich.

A Bassi lo fascinaba volar. Obtuvo un grado en Evacuación Aeromédica en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial. Estaba en pareja y tenía un hijo de 7 años, Benjamín, de una relación anterior. Integraba la empresa MD Fly, que brinda el servicio de ambulancias aéreas y escolta médica desde 1995.

Walmsley era enfermero y tenía experiencia en operativos de aeroevacuación médica desde 2009. Estaba especializado en enfermería pediátrica. Entre 2013 y 2018 formó parte de las organizaciones Médicos Sin Fronteras y Save The Children y trabajó en zonas como Haití, la República Centroafricana, Níger y la República Democrática del Congo.

También trabajó dos años como enfermero supervisor clínico de la Unidad de Salud de Emergencia de Save The Children en el Reino Unido. Sin embargo, optó por regresar al país. Anteanoche tomó el viaje entre otros tres profesionales posibles.

En un posteo previo en redes sociales, había escrito un mensaje para sus colegas: "No hay nada que aplaudir". Y advertía: "La salud está más de luto que nunca. Deberían hacer un minuto de silencio".

Según Walmsley, los trabajadores sanitarios "trabajan cara a cara" con la pandemia. "Todo esto con una base previa que desvaloriza años de estudio, perfeccionamiento y dedicación".

Ambos sobrevivientes pelean por sus vidas. Mariano Latorre, de 33 años, acumula más de diez años de experiencia como piloto. Es el hijo de Gustavo Latorre, el director médico de la empresa MD Fly.

El copiloto es Ángel Martín Gamboa, de 50 años, que después de cumplir 40 abandonó su carrera como agente de ventas para dedicarse a la aviación. En 2011 se recibió como piloto y entre 2012 y 2018 fue instructor en la Escuela de Vuelo Fly Tango. Desde 2018 forma parte de la empresa MD Fly.