La ciudad italiana puso en marcha Mose, un sistema de compuertas hidráulicas que busca contener las frecuentes inundaciones; su éxito relativo se ve ahora amenazado por el calentamiento global

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Desde que sus primeros habitantes construyeron cimientos con pilotes de madera en el sedimento en el siglo V, el agua ha protegido y amenazado a Venecia. Pero la ocasional y destructiva acqua alta, que ocurría solo unas pocas veces por siglo antes del 2000, se ha convertido en la nueva normalidad a medida que el nivel del mar aumenta en todo el mundo.

Las autoridades italianas pusieron en marcha Mose, un sistema de 78 compuertas hidráulicas de tipo basculante colocadas en las tres bocas que conectan la Laguna de Venecia con el mar Adriático.

Los especialistas que habían concebido Mose calcularon que los diques tendrían que levantarse, en promedio, cinco veces al año para detener las mareas de aproximadamente 1,10 metros. Desde que comenzó a funcionar, hace cerca de dos años, los diques se han levantado 49 veces. Ante un escenario de aumento del nivel de las aguas por el calentamiento global, los funcionarios temen que estos diques pierdan su efectividad.

Una prueba del sistema de compuertas MOSE en la entrada de Chioggia en Venecia, Italia.
Una prueba del sistema de compuertas MOSE en la entrada de Chioggia en Venecia, Italia.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Técnicos en el centro de control en la entrada de Lido durante una prueba del sistema Mose.
Técnicos en el centro de control en la entrada de Lido durante una prueba del sistema Mose.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
La Plaza San Marco, en una reciente inundación de noviembre del año pasado.
La Plaza San Marco, en una reciente inundación de noviembre del año pasado.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Peatones en la calle Ruga dei Oresi en el centro de Venecia, Italia, durante mareas altas excepcionales que requirieron la activación de las barreras de Mose, el 22 de noviembre de 2022.
Peatones en la calle Ruga dei Oresi en el centro de Venecia, Italia, durante mareas altas excepcionales que requirieron la activación de las barreras de Mose, el 22 de noviembre de 2022.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Una inundación acecha las entradas de dos casas en el centro de Venecia, Italia.
Una inundación acecha las entradas de dos casas en el centro de Venecia, Italia.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Niños caminan a la escuela en Venecia. La vida es más segura hoy gracias a Mose, pero el futuro de la ciudad italiana es precario para las próximas generaciones.
Niños caminan a la escuela en Venecia. La vida es más segura hoy gracias a Mose, pero el futuro de la ciudad italiana es precario para las próximas generaciones.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Una prueba del sistema de compuertas MOSE en la entrada de Lido en Venecia, Italia
Una prueba del sistema de compuertas MOSE en la entrada de Lido en Venecia, ItaliaLaetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Las góndolas pasan por debajo del puente de Rialto. Los diques han permitido que la vida continúe como de costumbre, pero su despliegue incesante, advierten los expertos, podría convertir la laguna de Venecia en un pantano fétido asfixiado por algas nocivas, convirtiendo el encantadores canales de la ciudad en apestosas alcantarillas abiertas.
Las góndolas pasan por debajo del puente de Rialto. Los diques han permitido que la vida continúe como de costumbre, pero su despliegue incesante, advierten los expertos, podría convertir la laguna de Venecia en un pantano fétido asfixiado por algas nocivas, convirtiendo el encantadores canales de la ciudad en apestosas alcantarillas abiertas.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Una vista aérea de Venecia, Italia.
Una vista aérea de Venecia, Italia.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Una camarera vadea las aguas de la inundación mientras prepara las mesas en Campo Erberia, detrás del puente de Rialto.
Una camarera vadea las aguas de la inundación mientras prepara las mesas en Campo Erberia, detrás del puente de Rialto.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Infraestructura en una isla artificial donde se encuentra el centro de mando del sistema MOSE.
Infraestructura en una isla artificial donde se encuentra el centro de mando del sistema MOSE.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Una isla artificial donde se encuentra el centro de mando del sistema Mose, en Venecia.
Una isla artificial donde se encuentra el centro de mando del sistema Mose, en Venecia.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Alvise Papa, habitante de Venecia, en su casa, que sigue siendo vulnerable a las inundaciones. Algunas áreas bajas de la ciudad aún se inundan durante mareas excepcionalmente altas, incluso con el nuevo sistema Mose..
Alvise Papa, habitante de Venecia, en su casa, que sigue siendo vulnerable a las inundaciones. Algunas áreas bajas de la ciudad aún se inundan durante mareas excepcionalmente altas, incluso con el nuevo sistema Mose..Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
El Gran Canal de Venecia.
El Gran Canal de Venecia.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS
Turistas en la Plaza San Marcos.
Turistas en la Plaza San Marcos.Laetitia Vancon / The New York Times - NYTNS

El día que se inauguró Mose

El 5 de octubre de 2012, Venecia vivió un día histórico tras activar, por primera vez, el sistema de diques móviles artificiales para impedir las inundaciones que durante siglos deterioran su inmenso patrimonio histórico.

Residentes y turistas se reunieron, pese a la ola de mal tiempo, frente a los canales para asistir a distancia al levantamiento de las 78 compuertas del sistema, conocido con el nombre de Mose.

La barrera impide la entrada del mar en la laguna y evitar así las inundaciones que sufre la ciudad, formada por 118 islas.

La ambiciosa obra de ingeniería, que había suscitado críticas y controversias y que se demoró más de 15 años en construcción, se puede elevar en 30 minutos y luego desaparecer completamente bajo el agua cuando no está activada, una estructura única en el mundo.

Ideado en los años 1980, el sistema tenía que estar listo en 2009, pero se atrasó por escándalos de corrupción y sobrecostos, en una cifra que se elevó hasta 7.000 millones de euros.

La ciudad, declarada patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco en 1987, descansa sobre millones de zancos clavados en el lodo hasta llegar a un fondo más sólido, los cuales sostienen palacios y casas.

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