Es la simulación más realista del caza estadounidense que puede conseguirse fuera del ámbito militar; fue lanzada en la Navidad de 1998 y un grupo de entusiastas (la organización BenchMark Sims) la mantiene al día. Dónde comprar el programa original y cómo instalar esta actualización, que es gratis
En Navidad se cumplieron 25 años de un videojuego (la palabra le queda chica, pero ya enmendaré eso) cuya historia es única, el Falcon 4.0. Un cuarto de siglo después, este título no solo sigue vigente, gracias a una comunidad de desarrolladores muy activa, sino que nunca fue igualado en dos aspectos cruciales. Primero, ofrece el modelo de vuelo más realista de un F-16 que puede conseguirse fuera del ámbito militar. Segundo, por medio de inteligencia artificial recrea un teatro de operaciones virtual en el que no es posible anticipar lo que ocurrirá en la próxima misión. Literalmente, es un juego interminable. Habrán leído que cada videogame garantiza un cierto número de horas de entretenimiento; luego de eso, es más de lo mismo. El Falcon es al revés. Nunca se repite, como ocurre con el ajedrez (que también es un juego de guerra, para el caso). Doy fe. Hace 25 años que lo vuelo.
Ahora hago avance rápido hasta diciembre último, cuando debería haber publicado un artículo sobre el aniversario este videojuego, porque 25 años es una enormidad de tiempo en tecnología. Pero dadas las horrendas circunstancias que, una vez más, experimenta el mundo, me pareció que no había nada que celebrar.
Menos de cuatro meses después, sin embargo, una noticia que no tiene nada que ver con las nuevas tecnologías me vino a dar el pie para volver sobre esta joyita del software que, además, cuesta lo mismo que un paquete de yerba. Esto es, 4000 pesos (redondeando), más impuestos. Por comparación, juegos populares, como el Counter Strike o el EA Sports FC 24 (el ex FIFA), cuestan entre 50.000 y 100.000 pesos (más impuestos).
Un escuadrón
La noticia que me dio el pie para esta columna fue la firma de un acuerdo con Dinamarca para que la Argentina compre 24 aviones F-16 (técnicamente, un escuadrón). A continuación, un colega me pidió mi opinión sobre este avión y, cuando descubrió que me sabía de memoria hasta la posición de los controles en el cockpit, me sugirió que escribiera sobre el tema, dado que nadie parecía estar muy al tanto de qué es un F-16. Le respondí que el F-16 no solo es una aeronave excepcional, sino que es posible probarla por muy poco dinero en casi cualquier computadora personal con Windows.
El Falcon 4.0 fue lanzado (prematuramente) por MicroProse para aprovechar las ventas navideñas de 1998. Pese a que nació repleto de fallas, cautivó tanto a los pilotos virtuales que puso en marcha una historia con ribetes de thriller. Adecuadamente calificada como epopeya, puede leerse aquí (en inglés). Esa historia terminaría derivando en una longevidad muy atípica en el mundo de los videojuegos, y aunque sus gráficos muestran el paso del tiempo, el actual Falcon 4.0, mejorado, ampliado y puesto al día, sigue siendo por lejos más inmersivo que cualquier otra cosa que haya producido la industria del gaming en este rubro.
Hay más simuladores de vuelo bélicos notables, por supuesto. En particular el Digital Combat Simulator (DCS), cuyos gráficos son tan creíbles que se lo usó en su momento para crear escenas fake de la guerra en Ucrania. Lo compré, obvio, y está buenísimo; pero termino volviendo al Falcon 4.0, donde las situaciones, como en la realidad, se salen súbitamente de control y donde ocurren hechos inesperados que ponen a prueba tus reflejos y tu conocimiento de una cabina que es prácticamente un calco de la realidad. DCS es un gran título para jugar en red con amigos, tiene servidores muy activos y no le restaré crédito, porque está de verdad muy bien hecho. Pero el viejo Falcon de MicroProse, ahora actualizado por un grupo llamado BenchMark Sims (BMS), tiene un clima que es inigualable. Sobre todo si, como nos ocurre a muchos, no tenemos tiempo para subirnos a misiones en red.
No me cierran los números
Ahora, a lo del título. ¿De verdad se puede probar por solo 4 dólares el simulador más realista de estos aviones que la Argentina se propone comprarle a Dinamarca? Sí, es exactamente así (más impuestos). Reitero: es un simulador, no un jueguito. Y por eso no solo es geopolíticamente relevante para nosotros ahora, sino que su manual de vuelo tiene 404 páginas. El del sistema de armas, más de 600. De hecho, se puede usar el manual original del avión real para poner en marcha, despegar y maniobrar este simulador.
¿Cómo se consigue? Si ya tenés el CD original del Falcon 4.0 (el de 1998), no necesitás pagar nada y posiblemente esta columna haya despertado más tu nostalgia que tu curiosidad. Si no, podés comprar por 3,99 dólares el Falcon 4.0 original en la tienda de Steam e instalarlo en tu computadora. Requiere Windows, y prácticamente cualquier hardware alcanza.
(Paréntesis: si tenés el CD original, Windows 10 y 11 se van a negar a arrancar el instalador. Para salvar ese escollo, andá a las Propiedades del instalador –Setup.exe–, luego a la pestaña de Compatibilidad y ahí elegí Ejecutar a una resolución de 640x480.)
Así como lo instales, ni siquiera intentes volarlo. Primero, bajá la actualización creada por BenchMark Sims, que es gratis, pero requiere que tengas una copia del juego original (la que compraste en Steam). La actualización es un rediseño minucioso y detallista cuya última versión es la 4.37.3, de noviembre. Se espera en algún momento de este año la 4.38, que debería salir con un motor de gráficos para el terreno más avanzado.
Nota necesaria, aunque no suficiente: en mayo pasado (o sea, hace casi un año), MicroProse volvió a adquirir los derechos de la serie Falcon, con un reconocimiento especial para el trabajo de BenchMark Sims. En mi opinión es más bien al revés. MicroProse puede recuperar la marca y volver a competir en este rubro gracias a que la comunidad de entusiastas mantuvo actualizado el Falcon 4.0. Es una verdadera montaña de trabajo lo que han hecho. A propósito, en esa epopeya hubo y hay tras ramas que surgieron del Falcon 4.0 original. BMS es la más sólida y consistente.
Es lo de menos. El Falcon 4.0, ahora llamado Falcon-BMS, fue y sigue siendo un título de nicho, hobby de entusiastas de las aeronaves y un virtuoso de la inteligencia artificial en una época en la que la IA estaba todavía en pañales. Nunca va a ser un título popular; es una simulación, y te tienen que gustar mucho los aviones para que te resulte entretenido. Hay que dedicarle tiempo y mucha práctica. Pero, ahora, dejando de lado el debate político, económico y estratégico que originó la noticia que se conoció estos días, el Falcon 4 se ha vuelto, súbitamente, importante para saber de qué estamos hablando cuando hablamos de comprarle 24 F-16 a Dinamarca.
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