Exyihadista francesa dice que quería ser "mártir" en Siria por "miedo al infierno"
Una exyihadista francesa, Amandine Le Coz, declaró el viernes ante un tribunal de París que quiso morir como "mártir" por "miedo al infierno" cuando vivió en la zona controlada por el grupo Estado Islámico (EI) en Siria durante cinco años.
"Sí, quise inmolarme", dijo por primera vez la mujer de 32 años. "Quería morir como una mártir, sí, quería, porque le tenía miedo al infierno", declaró, horas antes de que se conozca su veredicto.
Le Coz llegó a Siria en septiembre de 2014. Durante el juicio, el fiscal mostró fotos de su época en el país. En una de ellas, aparece junto a su primer marido, que está sonriendo y lleva un cinturón explosivo en la espalda.
"¿Usted se lo colocó?", le pregunta el letrado. "No, pero ya me puse uno", contesta la francesa. "Para morir como mártir. Pensaba que era la mejor alabanza".
El fiscal requirió 11 años de cárcel para la exyihadista que "lejos de ser una víctima", era una "mujer proactiva y radicalizada, que hacía gala de sus convicciones" y que, "mientras pudo beneficiarse de su estatus, nunca cuestionó su compromiso yihadista".
Le Coz fue expulsada de su casa cuando se convirtió al islam con 23 años. El rechazo de sus padres la lleva a radicalizarse rápidamente. "Estaba llena de odio", se justificó en la comparecencia.
El presidente del tribunal, Laurent Raviot, le preguntó a continuación cómo conoció a su marido.
"Escribí 'Abu...' en Facebook", contesta Le Coz, una persona "ingenua" y "cándida", según la psicóloga experta que la examinó.
En las redes sociales, Le Coz trata de convencer al menos a dos mujeres, incluida una menor, de viajar a Siria. "Es por idiotas como yo que hay chicas" que se van a Siria, donde les "pegan, las violan, las matan", cuenta llorando, pidiendo disculpas.
"Me avergüenzo", añade.
El presidente Raviot le pregunta entonces por su "ambigüedad", ya que trató varias veces de dejar al EI, pero nunca lo hizo realmente.
"Tenía miedo de ser una infiel, tenía miedo de las llamas del infierno, creía en lo que Daesh [acrónimo en árabe del EI] hacía", explica.
"Por otro lado quería volver a ver a mi familia, tener una vida normal, ser feliz", señala.
En 2018, la joven decide entregarse a las fuerzas kurdas para proteger el futuro de su hijo. Será expulsada hacia Francia un año más tarde.
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