Miles de personas asisten a funeral de expresidente paquistaní Musharraf en Karachi
Miles de personas asistieron el martes en Karachi, en el sur de Pakistán, a los funerales del exgobernante militar Pervez Musharraf, que deja un legado controvertido en su país, al que convirtió en principal aliado regional de Estados Unidos en la lucha contra Al Qaida.
El general Musharraf, último dirigente militar de Pakistán, murió el domingo a los 79 años en Dubái, donde se había instalado desde 2016 para recibir tratamiento médico.
En una ceremonia sencilla, en un campamento militar de Karachi, participaron unas 10.000 personas, sobre todo militares en servicio y retirados, constató un periodista de la AFP.
Los restos del exgobernante serán luego inhumados en un cementerio militar.
Ni el presidente Arif Alvi, ni el primer ministro Shehbaz Sharif, ni el jefe del Estado Mayor del ejército Asim Munir asistieron al funeral.
Musharraf llegó al poder en 1999 con un golpe de Estado contra Nawaz Sharif, sin derrame de sangre. Se autoproclamó presidente en junio de 2001 y ganó un controvertido referéndum en 2002.
Percibido inicialmente como un moderado, Musharraf se consolidó como el principal aliado de Estados Unidos en la región en la lucha contra Al Qaida, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Durante sus nueve años en el poder, la economía del país creció, los medios de comunicación se liberalizaron y el ejército jugó la carta del apaciguamiento frente a su rival India.
Pero también suspendió dos veces la Constitución y fue acusado de abuso de los derechos humanos contra sus opositores.
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