Calefacción: la solución del invierno
Sistemas por radiación y convección desarrollados en función del ahorro, la salud y el confort
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Por estos tiempos invernales, el dilema entre calefacción central o individual perdió terreno frente a la discusión que implica elegir un sistema de calefacción por radiación o por convección. Esa elección depende de factores que van desde el tipo de ambiente en que se colocará el artefacto y el ahorro de energía -tema de moda en esta temporada 2004- hasta la salud y los costos de instalación y funcionamiento.
Las novedades que trajo el frío dan opciones para las casas en obra -calderas murales con pisos radiantes, incluso con una versión frío-calor, o bien radiadores cada vez más pequeños y estufas con vidrio en el frente- y también para los hogares habitados -calefactores con tiro balanceado o natural que ahora incluyen termostatos, o splits que regulan la salida del aire caliente con un nivel de automatización cada vez mayor.
Si de ahorro se trata, la inclusión de termostatos que hacen cortar el gas o el flujo de aire caliente cuando se alcanza la temperatura deseada apareció no sólo en los splits, sino también en calderas y calefactores, elemento que además brinda la porción justa de calor.
Al mismo tiempo, las empresas atendieron los requerimientos del público. Una encuesta realizada por Giacomini, fabricante de pisos radiantes, determinó que los usuarios adquieren una sensación de bienestar cuando el calor se aproxima desde el piso, y de fastidio cuando el calor viene desde el techo. Y allí se renueva la discusión: ¿Es mejor la radiación o la convección?
Motivos para elegir
"Desde el punto de vista de la salud, el sistema de calefacción por agua es el más recomendable porque no baja la humedad relativa del ambiente ni poluciona", explica José Nachman, presidente de Triangular SA, primer importador de calderas, en 1992. Su defensa del sistema de pisos radiantes acompañado por calderas encuentra más puntos a favor: "La calefacción que no se ve y que mejor se siente es la de piso radiante porque el calor no está en la cabeza, sino en los pies", comentan en el estudio H&C Climatización.
Recomendables para obras nuevas o reciclados (dado que se deben colocar los caños bajo el piso, en forma de serpentina, reforzada cerca de las aberturas), los pisos tienen su detractor: la inercia térmica, que hace que tarden en bajar su graduación.
También acusados por esto, los radiadores privilegian una instalación sencilla y la firma Peisa los propone en diferentes formatos. "Como no hay combustión, no necesitan conducto al exterior y se pueden colocar en cualquier ambiente. Las calderas de las que dependen tienen un rendimiento térmico un 90% superior al de las estufas", comentan en Peisa.
Es importante saber que las calderas murales sirven para viviendas de hasta 200 m2 y, en el caso de las fabricadas por Wholl, cuentan con controles digitales. "Las cañerías de hidrobronce o plástico con barrera de oxígeno aseguran una larga vida a los componentes del sistema", agregan en la empresa.
Para los que deseen colocar un sistema de este tipo y no romper el piso, la solución está en los zócalos radiantes que generan una cortina de aire caliente a lo largo de las paredes frías y esconden las cañerías.
La estética de los clásicos
Si hay que relacionar una imagen con calefacción, seguramente será la de una estufa chisporroteando. El valor decorativo de la calefacción a leña es indiscutible y su novedad reside en productos como los de Chimeneas Españolas, los de AG Chimeneas o los de Ashwood, en la inclusión de vidrio vitrocerámico en el frente, que evita que salten chispas o cenizas a los ambientes, y aporta rendimiento térmico. "Nuestra innovación ha sido la de estufas con combustión completa, lo que permite quemar los gases generados en la primera combustión y que la estufa esté encendida por ocho horas", comenta Francisco Borrazás, de Ashwood.
En la línea de los clásicos también se ubican los calefactores, de bajo costo e instalación sencilla, que ahora cuentan, en su mayoría, con reguladores de presión de gas y termostatos que regulan los grados y así ahorran energía.
Sus contraindicaciones son el alto consumo de gas en caso de no tener termostato y la suciedad que generan en las paredes. Sobre este último punto ha devenido el desarrollo de Eskabe: "Las paredes tienen polvo y las salidas superiores del calor lo tuestan. Por eso, se pusieron salidas frontales y sobre el respaldo, y se diseñaron dos curvas de apoyo para que el calefactor no manche la pared por radiación", comenta la arquitecta Lorena Martínez, de Eskabe. Por su parte, Spar comenzó a fabricar tiro balanceado con salida de dos conductos, que permiten ahorrar gas en un 20 por ciento.
Los que también persiguen el colorido y la diversidad de modelos son los fabricantes de aire acondicionado. Es el caso de la empresa Electra que desarrolló la línea WMF de splits cuadrados ultrachatos, con frente de doce colores diferentes. Un aspecto negativo del aire caliente en oficinas u hospitales es que por sus tuberías se pueden propagar bacterias. Pero las nuevas características de los aparatos se enfrentan a ese problema: por medio de dos filtros eliminan el polvo y las bacterias para que el soplo que sale sea sano y limpio.
Más allá del sistema que se elija para la climatización es importante recordar que el comienzo de la decisión implica realizar un buen balance térmico: el cálculo que da como resultado la cantidad de calorías para calefaccionar un ambiente surge de tener en cuenta el metraje total, la cantidad de aberturas, la medida de las mismas y la altura del techo, además de la temperatura promedio del exterior. La mayoría de las veces se calcula sobre la altura de techos standard de 2,7 metros y como el aire caliente va hacia arriba, ése no es un detalle menor.
Por otra parte, el ingeniero Roberto Callegari, de ECIT Estudio Termomecánico, recomienda: "Cuanto más versátil sea la instalación, o sea, que tenga la capacidad de responder a las necesidades de calor en los ambientes en que se los necesita y no en aquellos que no están en uso momentáneo, el ahorro de energía será más notable".
Otro elemento esencial, según Callegari, es que la colocación la haga un profesional, "siguiendo la premisa de compatibilizar los puntos en que se produce la entrada de frío del exterior con el mobiliario y los lugares en que las personas ocupan o desenvuelven sus actividades".
Pisos radiantes
La empresa Giacomini sorprendió con un sistema de refrigeración y calefacción por piso radiante. La instalación se conecta a una caldera de condensación y una bomba de calor, y por otro lado a un frigorífico. Otra novedad es el IPS Step Warmfloor, una lámina polimérica semiconductora de 1,2 mm de espesor, que se coloca en contacto directo con el piso terminado. Se conecta a una fuente de 30 voltios y así desarrolla el calor, autorregulable con los cambios climáticos.



