Casa FOA, una muestra muy esperada
Este año está en el monasterio de Santa Catalina, en la porteña esquina de Viamonte y San Martín
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Las 18 maquetas expuestas en el Espacio 6 ( signé Martín Zanotti) representan las 18 fachadas de 18 muestras sucesivas. Retrospectiva y ayudamemoria, esas lindas tallas en madera demuestran que Casa FOA ha desembarcado en las más diversas arquitecturas. Este año le tocó el turno a la arquitectura colonial, representada por un ejemplo conspicuo: el monasterio de Santa Catalina de Siena levantado entre 1738 y 1753 e inaugurado oficialmente en 1745, sobre planos del italiano Giovanni Andrea Bianchi, arquitecto y jesuita, y construido bajo la dirección de Juan de Narvona.
Declarado Monumento Histórico en 1942, el lugar es propiedad del Arzobispado de Buenos Aires y está bajo la tutela de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. El arquitecto José María Peña, que fue durante catorce años miembro activo de dicha comisión y vocal designado para seguir de cerca los pasos iniciales de esta obra, comenta: "En 1960, con motivo de un relevamiento fotográfico de arquitectura histórica, tuve la suerte de entrar en el convento. Vi un edificio ejemplar en su tipo, y un oasis de paz, absolutamente separado de la ciudad".
Gran parte de la responsabilidad de la puesta en valor corrió por cuenta del arquitecto Eduardo Ellis, a cargo del proyecto general y de la dirección de obra de todo el monasterio. "Esta es la primera etapa: la restauración y la adecuación del edificio a las nuevas funciones, las del Centro de Atención Espiritual. Naturalmente, respetando el edificio histórico, el proyecto original e incluso, redescubriéndolo", explica Ellis a La Nación . Y enumera: "En los exteriores, se han consolidado cornisas y todo el contrafrente; se ha comenzado la restauración, a cargo de la arquitecta Lanzelotti, de la cúpula de la iglesia; logramos la aislación hidráulica de la cubierta con membrana con escallas cerámicas, un material que previamente tuvo que ser aprobado por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, y en pro de la fidelidad absoluta hacia el modelo original, en los casos de ladrillos faltantes colocamos otros, de la misma dimensión: los ladrillones de Colonia Caroya. Para resolver la humedad debida a la falta de capa aisladora horizontal en los muros -cuyos espesores van de 0,55 hasta 1,80 metros-, les inyectamos hidrófugos líquidos".
El arquitecto Marcelo Magadán, jefe del equipo que tuvo a su cargo la asesoría en restauración, puntualiza: "Encontramos un edificio muy deteriorado. Impermeabilizar las cubiertas y construir desagües fueron tareas prioritarias para frenar ese proceso. Adoptamos la normativa internacional que rige en materia de conservación de patrimonio arquitectónico, la cual invariablemente empieza con una investigación histórica de archivo, que se fue ampliando con los innumerables sondeos hechos in situ.
-¿Que límites regulan las intervenciones de cada expositor?
-En principio, que todas esas intervenciones fueran reversibles, tuvieran una clara indicación de su contemporaneidad, y respeten los aportes de las anteriores épocas constructivas. El mayor desafío fue incorporar instalaciones básicas; las de desagüe, por ejemplo, en un edificio donde prácticamente no existían.
El arquitecto Ellis concluye: "Hay por delante muchísimo por hacer. De la iniciativa privada, tal como es costumbre en otros países, dependerá la continuación y recuperación total del monasterio y de la iglesia".
Patrimonio que se renueva
Desde el patio central hasta la oficina del rector
Inés Campos de Miguens y Mercedes Campos de Guerrero, directoras de Casa FOA Espacio de Diseño, hablan de lo que quedará, nuevo y en uso, como patrimonio del Centro de Atención Espiritual: "Una biblioteca íntegramente equipada, la cafetería, la oficina del rector -donada por el consulado británico y diseñada por el arquitecto inglés David Chaloner-, la ornamentación, los bancos y la fuente que enriquecen el Patio Central, el jardín lateral, un salón de usos múltiples (en lo que fue el coro bajo de monjas) con capacidad para 100 personas sentadas. Y tres baterías de baños, una para discapacitados, y la cocina de la planta alta".
Desde el próximo sábado 8 hasta el domingo 4 de noviembre, todos los días, de 11 a 21 horas, los visitantes podrán pasear por 50 espacios elaborados por otros tantos profesionales de la arquitectura, el diseño y la decoración. (Entrada, $ 12; catálogo, $ 2; libro Decorator Show Houses, $ 40. Todos los días, ingreso gratuito para menores de 12 años; los lunes, descuentos a jubilados y estudiantes).
Por ese importe se internarán, además, en una pieza de colección , de cal y ladrillo, con dos plantas, desarrollada en torno de dos patios, con el gran claustro de la planta baja y un primer piso con celdas y cubiertas abovedadas.



