El conductor se sube por primera vez a su nuevo utilitario. Tiene experiencia en el manejo de este tipo de vehículos, los ya clásicos furgones. Sabe lo que lo espera: un modelo con buenas aptitudes de carga, pero algo lento y perezoso en sus respuestas.
Enciende el motor, acelera y guauuu... ¿Qué es esto? se pregunta. ¿Una Ferrari?¿Un Porsche? No, es el nuevo Mercedes-Benz Sprinter 311 CDI.
Por supuesto que el relato es exagerado: el Sprinter 2002, de renovado diseño estético, equipamiento y mecánica, no alcanza ni por asomo la performance de un producto de Maranello o de un exquisito 911 Carrera. Pero, para un utilitario de 3,5 toneladas, la aceleración, empuje y elasticidad llaman inmediatamente la atención.
Ya hablaremos del nuevo motor, porque antes hay que mencionar un cambio filosófico en el nuevo Sprinter respecto de la comodidad de los pasajeros: no por ser un utilitario debe ser necesariamente incómodo.
Por eso el modelo presenta modificaciones en el habitáculo para hacerlo más cómodo (incluye una butaca reclinable para el conductor), un moderno panel de instrumentos y equipamiento de serie que incluye elevacristales eléctricos, dirección hidráulica, radio AM/FM con pasacassette y aire acondicionado.
Además de estos detalles, la nueva Sprinter tiene varias versiones. Con y sin panel separador cabina-furgón, con techo normal o elevado, y chasis corto (3000 mm de distancia entre ejes), mediano (3550) o largo (4025). De ellos, LA NACION probó el modelo con chasis corto, techo normal y con división entre el habitáculo y la caja de carga.
Mecánica. El responsable del impecable funcionamiento del Sprinter es el motor OM 611, un diesel de cuatro cilindros en línea dotado de lo último en materia de propulsores gasoleros: sistema de inyección directa common-rail (de allí las siglas CDI por Common-Rail Direct Injection) y turbocompresor con intercooler. Pero éste no es un turbo ordinario. Se trata de un súper moderno equipo con geometría variable.
Resultado: un vehículo que aprovecha hasta el último kilográmetro de torque desde las bajas vueltas, ofrece un generoso pique y, lo que es mejor, el motor no se cae de vueltas al hacer los cambios ascendentes. En otras palabras, adiós al detestado diesel lag, el conocido retardo de los gasoleros para trepar de vueltas al modificar la marcha.
Además, es muy silencioso para los estándares de un utilitario y el consumo resulta más que ajustado para un vehículo pesado (1915 kilogramos en orden de marcha) y con un área frontal apreciable. Cumple también con las normas Euro II para evitar la polución ambiental.
En la transmisión una modificación que parece menor, pero que es bienvenida: la adopción de una palanca de cambios tipo joystick que sale del tablero. Esto facilita la operación, porque está rápidamente al alcance de la mano derecha. Sin embargo, resulta un tanto dura para manipular y algo imprecisa: no es difícil confundir la segunda y la cuarta.
Desde el punto de vista dinámico, la caja está muy bien escalonada, con marchas cortas y un diferencial (desde siempre la Sprinter tiene tracción trasera) con relación también bastante corta, para favorecer, lógicamente, la capacidad de tracción con carga.
Comportamiento dinámico. Las suspensiones (McPherson delantero y elásticos parabólicos atrás, ambos con amortiguadores hidráulicos de doble efecto y barras estabilizadoras) aportan un buen grado de confort de marcha en la parte delantera (en especial si se afloja un poco la presión de los neumáticos) y capacidad para soportar peso atrás (la carga útil del modelo probado es de 1635 kilogramos).
Igual que toda pickup o utilitario con elásticos, sin peso en el furgón tiende al rebote, pero esto es normal. Como sea, sorprende su comportamiento rutero, gracias a una estabilidad direccional muy firme (incluso a máxima velocidad) y una notable tenida en las curvas. En esto también tiene que ver el rodado ancho, 225/70 R15, con el que Mercedes dotó al Sprinter.
Si a esto se le suma una excelente maniobrabilidad (mérito de la dirección hidráulica, que aporta un diámetro de giro de 11,2 metros), el Sprinter resulta fácil de manejar y agradable para viajar.
Desde el punto de vista del transporte, no debe perderse de vista que el Sprinter cuenta con un robusto chasis de travesaños, elemento que favorece la carga de material pesado, sin temor a prematuras flexiones de la carrocería.
Seguridad. Con freno a disco en las cuatro ruedas (el ABS es opcional) de serie, el Sprinter responde inmediatamamente a la presión del pedal, frena muy bien y en distancias cortas, y no se espanta lateralmente.
En este rubro debe incluirse el separador habitáculo-furgón, que aísla totalmente ambas secciones. Esto aumenta la seguridad durante el transporte de carga: en el caso de una frenada brusca, ningún elemento aterrizará sobre la cabeza de los ocupantes delanteros.
El separador tiene un área vidriada, pero los portones traseros no. Conclusión: la visión trasera se limita a lo que se observa por los retrovisores laterales (que son grandes y fáciles de ajustar). Para tener en cuenta, el Sprinter sin separador cuenta con portones vidriados.
Confort y equipamiento. Más allá de los cambios estéticos que presentan una atractiva resolución del área frontal (faros, parrilla, paragolpes, etcétera), el Sprinter 311 CDI ofrece un furgón con portón lateral y otro trasero doble, capaz de abrir cada hoja a 90 y 180 grados.
Esta versión, la más pequeña, tiene una superficie de carga de 3,9 m2 y un volumen de 7 m3, mientras que la mayor, con techo elevado llega a los 6,8 y 13,4, respectivamente.
Entre la posición de manejo recta, clásica de los utilitarios y una butaca algo dura, los largos trayectos ruteros resultan cansadores.
El equipamiento, por otro lado, es impecable. Comparado con un automóvil familiar, no le falta, como se dijo, prácticamente nada, incluyendo luces antiniebla y de lectura, guantera con llave, reloj, regulador interior de los faros (que iluminan muy bien), reóstato del tablero y un display digital multifuncional, que exhibe kilometraje total y parcial, temperatura exterior, hora y datos de control (nivel de fluidos, kilometrajes de cambio, etcétera) del sistema Assyst.
Conclusión. La gama Sprinter 2002 no termina en esta versión con furgón. También hay que incluir en ella el modelo Combi y el chasis con barandas bajas rebatibles.
En el caso del furgón y el chasis, además de la versión 311 CDI están disponibles las 313 y 413 CDI ambas de 129 CV de potencia máxima, con distancias entre ejes de 3550 y 4025 mm, respectivamente. En el caso del Sprinter Combi, los modelos disponibles son el 311 y 313 CDI de 3 y 3,55 metros de entre ejes. Esta última versión incluye asientos, además del conductor, para 11, 12 y 15 pasajeros.
En definitiva, cualquiera sea el modelo elegido, el usuario encontrará en el Sprinter un utilitario fuerte, confiable y con una mecánica excepcional dentro de un segmento cada vez más competitivo.
Prueba: Sprinter 2002
- Presentación mundial: septiembre de 2000
- Presentación en la Argentina: marzo de 2002
- Lugar de producción: González Catán, Buenos Aires, Rep. Argentina
- Fabricante: DaimlerChrysler Argentina SA.
- Atención al cliente: 0800-333-7070
- Precio: US$ 25.138
- Garantía: 1 año sin límite de kilometraje