El motociclista y fotógrafo Henry Von Wartenberg lleva realizadas más de 25 travesías por 30 países, incluyendo una entre Ushuaia y Alaska; una palabra experta de la que aprender
Se nace o se hace una pasión? En el caso de Henry Von Wartenberg, fotógrafo y motociclista viajero, con 40 años de experiencia y más de 25 travesías por 30 países del mundo, con claridad, la opción es la primera.
"Mi pasión por las motos nació desde chico, me crié viéndolas. Cuando era niño, en el país estaba prohibida la importación y solo había algunas pequeñas. En casa siempre hubo motos, recuerdo la Honda Corvex de 50 cc que de tanto afanársela a mi padre me la dejó; pero, soñábamos al ver pasar las BMW de la Policía Federal y otras más grandes, a las que no teníamos acceso.
A finales de los setenta se abrió la importación y llegaron las motos japonesas que veíamos en las revistas. Fue una explosión, por ejemplo, pasamos de tener motitos como la Gilera Macho 200 cc, que para nosotros era una moto bárbara, a una Honda 150 cc con arranque eléctrico o máquinas de 4 cilindros de alta cilindrada".
En su juventud manejó motos de 100, 150, 200 hasta 400 cc y a medida que desarrollaba su carrera como fotógrafo, la moto se transformó de un mero vehículo de transporte a su herramienta de trabajo. "Por mi carrera viajaba mucho; por ejemplo, cuando estaba en Editorial Atlántida, en la revista Gente, tenía una o dos motos. Ahora tengo cuatro, pero llegué a tener nueve… no paré con eso".
"De joven vivía en una ciudad, estudiaba en otra y tenía amigos en una tercera (Capital, Mar del Plata, Tandil), me movía mucho en moto y me acostumbré a viajar con un bolsito y listo. En 2003, con nuevos horizontes y un grupo de amigos, planeamos la aventura de ir desde la Quiaca hasta Ushuaia en motos clásicas. Había viajado mucho, pero nunca, lo había encarado como una travesía; ese fue un proyecto de viaje y entraron a jugar otras cosas. Los viajes en moto exigen mucha planificación, calcular todas las cosas que podés controlar y ser muy meticuloso. Por ejemplo, cuando realicé el viaje Alaska-Ushuaia, planeé la hoja de ruta un año antes y no erré ni un kilómetro. Todo salió perfectamente: cada fecha, distancias, así son mis viajes. Las travesías arrancan mucho antes… de otra manera, salen mal".
Consejos para viajeros
Ahora en su terreno, Von Wartenberg aconseja qué tipo de moto utilizar para viajes off-road. "Lo ideal es tener una moto doble propósito. Hay gran variedad de modelos enduro, pero a la vez bien ruteras. También dependerá de la habilidad del conductor y que tanto fuera del asfalto nos aventuraremos.
"Según su cilindrada y características, el viaje será más o menos extremo. Un punto muy importante es revisar bien la moto. Si el trayecto es largo, se debe llevar aceite y filtros nuevos. Los neumáticos, el trasero principalmente, debe tener dibujo suficiente para los kilómetros del recorrido, porque muchos kilómetros prolongados de ruta y el peso extra por el equipaje hacen que se desgaste más rápido. Si la moto tiene frenos a disco, controlar las pastillas y si tiene cinta, sacar la rueda y asegurarse que todo está en orden. Tampoco hay que olvidar un buen mantenimiento general que incluya revisar la cadena y la lubricación".
"Siempre hay una primera vez para todo –afirma sobre la conducción–. En caso de no tener experiencia en ruta, es importante salir con alguien que sí la tenga. Se debe estar muy atento al tránsito, el camino y ¡a mirar los espejos!
"Además, los guiños están para usarlos: avisar las maniobras previene accidentes. Cuando el grupo es grande, hay que tomar una distancia adecuada entre los integrantes y prestar mucha atención a la columna de motos. Si vamos a hacer un "tirón" largo, hay una regla muy simple de seguridad que conviene aplicar: observar cada tanto a nuestro compañero posterior y parar en caso de no verlo. El de adelante hará lo mismo con nosotros y si hubo un problema, todo el grupo se enterará inmediatamente.
"La hoja de ruta de un viaje corto o largo incluye saber por dónde se irá y cuántos kilómetros hay de un punto a otro; saber en qué lugar cargar combustible es un factor clave. También hay que prevenir los posibles desvíos y, si es un grupo, saber de antemano las paradas y definir los puntos de encuentro en caso de problemas.
"El GPS es de gran ayuda, por eso apunto en una libreta las coordenadas para cargarlas en el navegador, pero siempre es importante tener un mapa rutero en la mochila y mirarlo de tanto en tanto. El mapa no usa pilas, no se apaga y todo el tiempo nos da una visión panorámica del viaje. Indispensable contar con la documentación: llevar la cédula verde y el seguro al día; si cruzamos la frontera, la póliza para países limítrofes".
Respecto de los elementos para viajar, la regla principal de Henry es del tipo travel light, travel happy; sin embargo, hay un mínimo de cosas básicas para llevar: las herramientas que sirven para cada moto, un pequeño botiquín y kits para solucionar una pinchadura. Si se va a realizar una travesía off-road es ideal contar con una mochila tipo camelback para llevar líquidos y estar bien hidratados. Acerca de la vestimenta, "siempre con casco y no colgado en el codo sino bien abrochado. No importa si vamos hasta Alaska o al almacén de la esquina. Como mínimo, llevar una campera con protecciones o de un material resistente y guantes todo el tiempo. Para el off-road, las botas de enduro son ideales o, al menos un calzado firme en las punteras y los tobillos. Son elementos que te salvan la vida".
Cultura motera
Para quienes viven la cultura de la moto, la posibilidad de viajar y detenerse en casi cualquier lado o desviarse para recorrer alguna senda, lo vale todo. "Con la moto, y es lo que más me gusta, porque no se ha perdido, es que somos viajeros, no turistas como los que van en auto. A la hora de interactuar con la gente en el camino, hay una gran diferencia, te ayudan sin pedirlo y se superan enemistades, como una vez en Chile en el medio del desierto de Atacama, donde pinché una cubierta con una BMW y a las dos horas, cuando estaba por terminar el arreglo, pasó una camioneta de largo, pero frenó y volvió: estaba llena de calcos de Harley-Davidson. Como sabemos son marcas con una gran rivalidad; sin embargo, el hombre se bajó y me dio una mano, además un chileno ayudando a un argentino de puro "gaucho". Es extraño, pero que un harlista ayude a uno de BMW, más. Ese fue otro amigo de la ruta.
Tuve muchas aventuras y algunas locuras, como cuando hice solo Alaska-Tierra del Fuego durante 55 días con una BMW F800 GS. Cruzar el Abra del Acay en Salta en una Norton 500 de 1948, llegando de noche a La Poma ¡sin luces, ni frenos! Recorrer con mi hija menor la costa chilena y que se nos sumaran 18 españoles o cuando encaro travesías por lugares poco transitados y llego a pueblos donde me miran como si fuese un marciano o un viajero del tiempo. Todo eso, es vivir".
Henry afirma que su familia es un pilar que acompaña su pasión; así, Dolores, su esposa y sus hijas Mía (18) y Amelie (13) son sus fans número uno y su perra, de tanto en tanto, logra que la lleve a dar una vuelta a la manzana para sentir esa adrenalina.
Este año el Von Wartenberg realizará tres viajes-proyectos. Hará la ruta Ushuaia-Alaska con una moto eléctrica, para ser el primer hombre en el mundo en lograr dicho recorrido en ese tipo vehículo; irá a Mongolia a correr el Mundial BMW Motorrad International GS Trophy 2018 y acompañará el BMW Motorrad Days en Alemania, al que asisten más de 30 mil motociclistas. "Cada proyecto lo asumo con responsabilidad y alegría. Viajar en moto, es mucho más que solo arrancar".
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